Antonio Martorell

U na vez escuchamos algo que nunca más pudimos borrar: “las palabras se las lleva el viento, los escritos perduran para siempre”.…

U na vez escuchamos algo que nunca más pudimos borrar: “las palabras se las lleva el viento, los escritos perduran para siempre”.

Al recibir la invitación para la muestra “Martorell en blanco y negro” quisimos buscar en nuestros archivos, el texto “El Caribe en: Jaulabra en la Labra. Una mirada a la plástica puertorriqueña a través de la obra de Antonio Martorell. Nos ha parecido muy oportuno compartirlo ahora, para que se conozca un poco la obra de este gran creador.

El arte en Puerto Rico se presenta como un elemento cuyo objetivo es legitimar el poder, realzar la imagen de estructuras como el gobierno y la iglesia y por otro lado, se muestra un arte que exterioriza una dimensión crítica de los valores de las estructuras dominantes, representado por exponentes altamente reconocidos como Antonio Martorell.

Jaulabra en la Labra una instalación de Antonio Martorell, conservada en el celuloide por medio de un documental que recrea el proceso de ejecución de la obra en la antigua Escuela Labra, sede actual del Museo de Arte Contemporáneo.

La exposición deviene en una suerte de apropiación del cuerpo de trece idiomas en el cual, se encuentran depositados diez palabras que convierten al arte puertorriqueño en una herramienta para educar al pueblo a través de múltiples interrogantes por medio del significado.

El título de esta instalación adquiere un lenguaje donde explora presente y pasado de su autor, las palabras se erigen en busca de significados al alcance de la mano, pero muchas veces tamizadas por las sombras de la realidad.

Cuando Martorell presenta el título de la exposición, la directora del Museo de Arte Contemporáneo Dra. María Emilia Somoza, pensó que se refería a la Escuela Labra.

A este comenta el autor: ¿Pura casualidad? No lo creo. Sí fue aquí donde las palabras erigieron el muro y también proporcionaron, la llave para abrir la puerta de la tierra, la del mar, la del aire y la del fuego, es aquí donde esta jaula cerrada y abierta en diez palabras y trece idiomas tiene que levantarse y volar. Continuará.l

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