El impacto más significativo del arte contemporáneo

El Premio Turner es un galardón que conmemora el impacto más relevante de un artista en el panorama del arte contemporáneo…

El Premio Turner es un galardón que conmemora el impacto más relevante de un artista en el panorama del arte contemporáneo británico. Es el premio de arte más promocionado de Gran Bretaña y uno de los más importantes del mundo. Su lista de finalistas tiende a concentrar el estado actual de la producción y exhibición de arte británico contemporáneo. Analizando los componentes de su jurado también se pueden sacar conclusiones sobre quiénes son los profesionales del arte en auge y con mayor influencia institucional e internacional.

El Premio Turner se ha hecho celebré sobretodo por las polémicas que ha generado desde su origen. Con ellas ha atraído el interés de la prensa y del público general y ha abierto en varias ocasiones a nivel internacional el debate sobre qué es arte.

Nombres tan reconocidos y valorados como Anish Kapoor (1991) y Damien Hirst (1995) fueron galadornados y consagrados con este premio. Este importante evento artístico es organizado por la Tate Gallery de Londres y otorga al ganador la suma de 25.000 euros y 5.000 a los finalistas.

Las disciplinas abarcan todas las artes plásticas con predilección por las propuestas conceptuales. Los artistas concursantes pueden ser de cualquier nacionalidad menores de 50 años que residan o lleven a cabo su trabajo en el Reino Unido y hayan exhibido su trabajo en los últimos 12 meses.

La version 2012. Este verano, Londres ha adelantado el anuncio de los cuatro finalistas:

  • Spartacus Chetwynd (1973). Nominada por su performance Odd Man Out en Sadie Coles HQ, Londres.
  • Luke Fowler (1978). Nominado por la proyección de su filme sobre el psiquiatra R.D. Laing en la Inverleith House, Edimburgo.
  • Paul Noble (1963). Nominado por sus dibujos en la Gagosian Gallery de Londres.
  • Elizabeth Price (1966). Nominada por su instalación en BALTIC, Centre for Contemporary Art, en la ciudad de Gateshead, Inglaterra.

El resto de la agenda tradicional se mantiene: inauguración de la exhibición con una muestra de las obras finalistas el 2 de octubre en el Tate Londres, y el anuncio del ganador el 3 de diciembre.

Polémica. Buscada o no, se ha convertido en el sello de identidad del Premio Turner. De hecho, el año que el jurado, el público y la critica concuerdan con la elección de los finalistas y el ganador no falta quien también protesta y afirma que se ha perdido el factor sorpresa y el premio está en una etapa de decadencia.

Las críticas más furiosas han denunciado que el Premio Turner se ha regido a la hora de seleccionar a los finalistas más por el impacto publicitario de las polémicas que iba a generar en vez de premiar la calidad.

En este sentido son emblemáticos: Damien Hirst (1995), quien por entonces exponía animales en formol; Chris Ofili (1998), por pintar con estiércol de elefante; Tracey Emin (1999), sin duda la reina acaparando las críticas más duras por exponer parte de su dormitorio con su cama deshecha y objetos íntimos usados y sucios; los hermanos Chapman (2003), les enfants terribles que garabatearon sobre reproducciones originales de Goya; y Grayson Perry (2003), ridiculizado por su kitsch alter-ego travesti Claire.

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