Invertir en vacaciones

Invertir en estos tiempos, en los cuales cada vez son más inciertos los pronósticos de riesgos, es difícil. Cuando haces una inversión, no importa el monto, tú tienes una gran disyuntiva si será o no exitosa la misma.Quiero plantearles…

Invertir en vacaciones

Invertir en estos tiempos, en los cuales cada vez son mas inciertos los pronósticos de riesgos, es difícil. Quiero plantearles la mayor…

Invertir en estos tiempos, en los cuales cada vez son más inciertos los pronósticos de riesgos, es difícil. Cuando haces una inversión, no importa el monto, tú tienes una gran disyuntiva si será o no exitosa la misma.

Quiero plantearles la mayor inversión que podemos hacer, y la única en la cual solo se obtienen ganancias, y es la de “tiempo a nuestros hijos”.

Como padres tenemos múltiples ocupaciones que nos demandan tiempo, en vista de la necesidad de producir para cumplir con responsabilidades básicas, como alimentación, vivienda, salud, entre otras.

“No tengo tiempo” es una respuesta emitida frecuentemente entre conyuges, padres a hijos, amigos, para justificar la ausencia de calor y afectividad demandada entre las personas. Expresión esta que a veces percibo como sinónimo de “soy importante”, la cual nos lleva a nosotros mismos a minimizar muchas veces las cosas que verdaderamente necesitan nuestro tiempo, como son, nuestros hijos.

Estamos en vacaciones y a los padres con hijos en edades escolares se les vende una nueva necesidad, ¿dónde llevarán a sus hijos? Creo este es momento propicio para en vez de tener que buscar más ingresos para enviarlos a campamentos o a vacaciones fuera del país, saquemos del banco llamado “tiempo” el mismo para invertirlo en ellos. Sé que algunos padres asumieron durante el año escolar compensarles con unas vacaciones, pero quiero que aunque las cumplan, les enseñen que la mayor recompensa que ustedes pueden darles a ellos y ellos a ustedes es estar este tiempo juntos.

Aprovechemos para enseñarles el disfrute de estar en casa, visitar abuelos, tíos, y, porque no, a esos familiares donde nunca los podemos llevar.

Son largas las vacaciones, por tanto podemos hacer en compañía de nuestros hijos actividades que den como resultado estrechar y afianzar más nuestros vínculos afectivos con ellos, así como también involucrarlos, si es que están en edad que permita colocarlos y ensenarles las actividades en las cuales nos involucramos.

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Invertir en estos tiempos, en los cuales cada vez son mas inciertos los pronósticos de riesgos, es difícil. Quiero plantearles la mayor inversión que podemos hacer, y la única en la cual solo se obtienen ganancias y es la de “tiempo a nuestros hijos”.

“No tengo tiempo” es una respuesta emitida frecuentemente entre conyuges, padres a hijos, amigos, para justificar la ausencia de calor y afectividad demandada entre las personas. Expresión ésta que a veces percibo como sinónimo de “soy importante”, la cual nos lleva a minimizar muchas veces las cosas que verdaderamente necesitan nuestro tiempo, como son nuestros hijos.

Estamos en vacaciones y a los padres con hijos,  en edades escolares,  se les vende una nueva necesidad, ¿donde llevarán a sus hijos en vacaciones? Creo que este es momento propicio para en vez de tener que buscar más ingresos para enviarlos a campamentos o a vacaciones fuera del país, saquemos del banco llamado “tiempo” el mismo para invertirlo en ellos. Sé que algunos padres asumieron durante el año escolar compensarles con unas vacaciones, pero quiero que aunque las cumplan, les enseñen que la mayor recompensa que ustedes pueden darles a ellos, es pasar  este tiempo junto. Aprovechemos para enseñarles el disfrute de estar en casa, visitar abuelos, tíos, y a esos familiares donde nunca los podemos llevar. Se pueden realizar actividades que den como resultado  estrechar y afianzar más nuestros vínculos afectivos con ellos.

En Europa, para el mes de agosto, se dan vacaciones colectivas, las cuales, desde un año antes, son planificadas por las familias; hacia dónde ir; y si se quedan, qué hacer. Inclusive se hacen ahorros mensuales para estos fines. Las vacaciones en familia son parte de la cultura de estos países, ya que para ellos es la mejor oportunidad de estar todos juntos. Por tanto, la misma no implica necesariamente salir del país o de la ciudad donde viven, sino coordinar momentos para disfrutar unidos este tiempo.

Así como asumimos modas, comidas, hábitos de otras culturas, tomemos este ejemplo e incorporémoslo a nuestras vidas.

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