Los artistas sufren la ola de delincuencia que vive el país

Evelio Herrera, hermano y mánager del merenguero Eddy Herrera, hoy agradece a Dios por conservarle la vida, luego de que la madrugada del pasado lunes fue víctima de un asalto a mano armada a la salida de la discoteca Euphoria, de la avenida

Evelio Herrera, hermano y mánager del merenguero Eddy Herrera, hoy agradece a Dios por conservarle la vida, luego de que la madrugada del pasado lunes fue víctima de un asalto a mano armada a la salida de la discoteca Euphoria, de la avenida Venezuela, Santo Domingo Este.Aún impresionado al relatar el suceso, cuenta cómo a las  4:40 de la madrugada de aquel día, tras finalizar un concierto de Eddy, dos “menores” (de entre 11 y 15 años) se  introdujeron en la parte trasera de su vehículo con pistola en mano cuando su asistente, Raimundo Mazara, se desmontó para buscar el pago de la presentación.

“No acostumbro a esperar los pagos así (en horas nocturnas en la calle), siempre espero al día siguiente, pero el empresario del show me solicitó que me esperara, que no tardaría. Como está la situación tampoco manejamos los pagos en efectivo, sino en cheques, pero eso las personas no lo saben”, explicó Evelio, quien ahora se desplaza por las calles con dos guardaespaldas.

Narró que los asaltantes sobaron sus armas al tiempo de amenazarlo con “matarlo cinco veces” si no les entregaba el dinero,  mientras le golpeaban  el hombro con la pistola. A pesar de la insistencia agresiva de los malhechores “no accedí y, ellos nerviosos, dos minutos después se desmontaron del vehículo y solo se llevaron los dos celulares, y cuando grité ´me atracaron´ se volteó el que tenía la pistola y disparó  cinco veces”, expuso en visita a elCaribe.

Lo de Evelio es un capítulo más de la ola de inseguridad que afecta todos los extractos sociales del país, una problemática a la que la clase artística no está exenta.

Una alerta social

Hace pocos días, Héctor Acosta “El Torito” narraba su otra historia: en momentos en que su vehículo estaba estacionado frente a la residencia de sus suegros en La Vega, unos delincuentes rompieron los cristales y cargaron con una laptop, donde tenía guardado los más recientes temas de su producción y una chaqueta.

Para sorpresa del mismo merenguero, esto le sucedió cinco días después de encabezar una marcha contra la delincuencia y la criminalidad en su natal Bonao.

“La falta de autoridad es tan grande que un vehículo de la Policía estaba a 12 metros de mi carro, y esos menores aun sabiendo que estaban ahí, eso fue como si no existieran,  es impresionante”, se quejó Evelio Herrera, quien hoy dice estar indignado al pensar  que fue atracado dentro de un ambiente que se veía normal, con la debida iluminación, lleno de personas, incluyendo los técnicos de sonido, seguridad y que nadie se dio cuenta de nada.

Sostiene que la estructura del gobierno en torno a la seguridad ciudadana es muy débil. “No me interesa ir a un destacamento a poner la denuncia, porque, primero, eran menores los delincuentes, y segundo, necesito testigos y no tengo a nadie. Pero he querido alertar para que las autoridades y todos nos unamos para enfrentar este flagelo”, añadió.

“Tenemos que reunirnos todos para proyectar soluciones de seguridad para todos”, clamó ayer Eddy Herrera a través de su cuenta en Twitter. La respuesta de otro merenguero no se hizo esperar en la popular red social. “Totalmente de acuerdo…si nos unimos sin buscar protagonismo alcanzaríamos eso y más”, escribió Rubby Pérez.

Hacen un llamado para que las autoridades no permitan el tránsito de menores de edad en las calles a altas horas de la noche y en las madrugadas.

Asaltos a cualquier hora del día

Los asaltos no solo han estado a la orden del día y de la noche en residenciales, en sucursales bancarias o en las calles; los centros de diversión nocturnos tampoco se salvan a la inseguridad imperante.

El atraco perpetrado en la discoteca Áfrika acaparó recientemente la atención cuando dos hombres penetraron al establecimiento para despojar a la presentadora de televisión María María (administradora de la empresa) de 800 mil pesos en efectivo en la caja, su reloj de pulsera, su cartera con su porta moneda, sus documentos personales, siete tarjetas bancarias, las llaves de su vehículo, dos teléfonos celulares, 300 dólares, dos mil pesos en efectivo y otros objetos.

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