Es muy saludable que el pollo haya salido del debate, tan popular que es, y que quienes intervienen en su producción e intermediación, lograron un acuerdo con los auspicios del Instituto de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor).
La carne de pollo es tan importante en la dieta dominicana como el arroz y la habichuela. Es la carne que se produce en menor tiempo, masivamente, y es accesible a menos precio. Por eso y por sus atributos, es la de mayor consumo.
Y siendo así, es uno de los componentes fundamentales de la seguridad alimentaria, la que todavía muchos hogares no tienen. Diez por ciento de los dominicanos literalmente pasan hambre y más de un cincuenta por ciento vive en la pobreza.
Por ello, esta fuente de proteína esencial, de importancia política, tiene que ser protegida para los consumidores y lógicamente también para los productores, que se han quejado de pérdidas por la supuesta muerte de miles de unidades de pollos a consecuencia del calor.
Considerado el valor del producto, es necesario que el Estado mantenga políticas que hagan sustentables su producción y comercialización, sin perjudicar a los consumidores. En efecto, resulta sintomático que los precios al detalle se dispararan en estos tiempos.
Durante el trimestre enero-marzo de este año, el pollo está en el grupo de los alimentos que no experimentó alzas. En el informe del Índice de Precios al Consumidor del Banco Central se registra el pollo fresco como uno de los principales causales de una disminución en los precios de los alimentos. En ese período el índice de precios revelaba un incremento del costo del transporte por los altos precios del petróleo. Ahora, lo que se está viendo es una reducción de los precios del petróleo.
De todas formas, lo importante es que las diferencias se resolvieron con un acuerdo que involucra a productores y comercializadores, bajo los auspicios de Pro Consumidor. No será necesario sacarlo del plato, por un día.
Pero ayer, elcaribe descubrió que el pollo sigue en la realidad a RD$50 la libra en las polleras. ¿Se burlan de Pro Consumidor?
