América Latina pide más compromiso de países ricos en Rio + 20

RIO DE JANEIRO (AP) — Gobernantes latinoamericanos exigieron el miércoles un mayor compromiso de los países ricos con la protección ambiental en la conferencia sobre desarrollo sustentable Rio + 20, que según organizacio

RIO DE JANEIRO (AP) — Gobernantes latinoamericanos exigieron el miércoles un mayor compromiso de los países ricos con la protección ambiental en la conferencia sobre desarrollo sustentable Rio + 20, que según organizaciones civiles está destinada a convertirse en una «catástrofe épica» por la debilidad del acuerdo final.

El presidente boliviano Evo Morales criticó al capitalismo de los países avanzados que a su juicio promueve un modelo económico depredador mientras exigen protección ambiental a las naciones pobres. El mandatario ecuatoriano Rafael Correa señaló a las naciones más ricas como las mayores responsables de la contaminación ambiental, por lo que consideró que ellos deben financiar la preservación de la naturaleza en el mundo.

A su vez, el presidente colombiano Juan Manuel Santos lamentó que la cita que debe concluir el viernes en Rio de Janeiro no hubiera alcanzado mayores compromisos sobre protección de océanos y otros temas, pero conmemoró que el borrador de la declaración final incluyera la propuesta de su país de establecer metas de desarrollo sustentable que deben ser definidas por especialistas de todo el mundo.

Entre tanto, el gobernante cubano Raúl Castro acusó una «falta de voluntad política (e) incapacidad de los países desarrollados para actuar conforme a las obligaciones que se derivan de su responsabilidad histórica y su posición actual».

«Es un acto de colonialismo que los países del sur carguen en sus espaldas la responsabilidad de proteger el medio ambiente, destruido por el capitalismo del norte», declaró Morales en su intervención en el plenario de la cumbre, iniciada la víspera.

Fustigó el concepto de «economía verde» incluido en el documento final, y que los países europeos intentaron que tuviera una formulación precisa como un sistema productivo que privilegiara la preservación ambiental. La presión de Bolivia y otros países llevó a que el concepto quedara como una meta que cada país pueda definir a su conveniencia.

Por su parte, Correa mostró gráficos a sus colegas en los que indicó cómo los países con un mayor nivel de vida tienen mayores emisiones per cápita de gases causantes de efecto invernadero.

«Procesando esta información, podemos ver que el 20% de países más ricos del planeta genera 60% de las emisiones, mientas que quintil más pobre genera 0,7%. La relación es de 83 a 1», dijo Correa. «Esta es una de las peores distribuciones que he visto».

Tras afirmar que son los países pobres los que más generan bienes ambientales, dijo que los países ricos tienen una deuda ecológica que pagar y señaló el parque nacional Yasuní, que alberga las mayores reservas de petróleo de Ecuador, como una forma de compensar los daños que han causado.

Ecuador pretende general 3.600 millones de dólares para garantizar la preservación de Yasuní, en la selva amazónica, hogar de dos comunidades indígenas.

«El pago de esa deuda ecológica por parte de los países más ricos del planeta se requiere para salir de una lógica que compensa solo mercancías», manifestó Correa.

Países en desarrollo intentaron incluir en la declaración final un fondo de 3.000 millones de dólares anuales para la promoción del desarrollo sustentable pero no fue incluido en el texto que debe ser acogido por los gobernantes.

Lo que sí fue incluido fue la iniciativa colombiana de crear objetivos de desarrollo sustentable, un tema que fue conmemorado por el presidente Juan Manuel Santos.

«Colombia propuso una herramienta pragmática para avanzar en las prioridades globales», dijo Santos. «El mundo debe celebrar que hemos aprobado un mandato para el desarrollo sustentable de áreas críticas para el futuro del planeta».

Según la iniciativa colombiana incorporada en el borrador de la declaración final, los países conformarán un grupo de 30 especialistas de todo el mundo para trazar las metas de desarrollo sustentable, que serían presentados en la Asamblea General de la ONU del 2013.

«A Colombia le hubiera gustado que avanzáramos más allá, por eso propusimos asumir objetivos concretos; seguridad alimentaria, agua, energía, ciudades limpias y océanos. No pudimos ponernos de acuerdo sobre esos objetivos específicos, pero sí hay un acuerdo (final) y eso es un avance importantísimo», sostuvo Santos.

Más crítico, Raúl Castro urgió un cambio en el orden internacional para crear sociedades más justas.

«Estamos urgidos de un cambio trascendental. La única alternativa es construir sociedades más justas, establecer un orden internacional más equitativo basado en el respeto al derecho de todos; asegurar el desarrollo sostenible a las naciones, especialmente del sur, y poner los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de la salvación del planeta y de la dignidad humana», expresó Castro en su discurso.

Entre tanto, el activista Daniel Mittler, de Greenpeace, consideró que la debilidad de los acuerdos para la protección de los océanos y el financiamiento del desarrollo sustentable condenaron a la conferencia a un «catástrofe épica».

Criticó que los países ricos destinan un billón (millón de millones) de dólares a subsidiar los combustibles fósiles, cuando ese dinero podría ser utilizado para mejorar las condiciones de vida en países pobres y proteger los océanos.

«El fracaso de Rio + 20 es un llamado a la movilización de la sociedad civil para desde la base promover un mundo más sustentable», declaró Mittler a periodistas.

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