Tuve el privilegio de ver a Pina Bausch en vivo en dos ocasiones. Y puedo afirmar que su danza, sus coreografías nacieron y murieron con ella. Hace un tiempo declaró: “Yo fui una gran tímida de niña. Y vivía con mucho susto, un sentimiento que aún conservo y que, en parte, ha sido mi motor.
El miedo mueve. El miedo hace crear, porque tú quieres inventarte un mundo donde tus ideas y tus sueños funcionen”. Este filme es un homenaje a la mayor innovadora de la danza del siglo XX y lo que va de este siglo. Las danzas en el filme no son lo mejor de ella (vi mejores) pues la narrativa se convierte en un himno al arte cifrado en movimientos corporales que arrancan fuertes emociones desde que inicia con la magnífica banda sonora.
No es un documental de esos biográficos. Es una visión que descubre a otra Pina Bausch mediante el propio filme, así como ocurre con los músicos cubanos en Buena Vista Social Club: no es el arte de esos artistas lo que interesa, sino qué los motiva. O como lo dijo José Martí: “Los procesos son más interesantes que los resultados”. Y como la misma Pina afirmaba: “No me interesa cómo se mueve el ser humano, sino aquello que lo conmueve.” Y eso es esta auténtica obra maestra hecha para todo público con emociones y sentimientos intactos.
Los espectáculos La Consagración de la Primavera, Vollmond y Café Mülle, persiguen registrar el toque que la coreógrafa fijara al grupo danzante, meses antes de morir de cáncer a los 68 años de edad el 30 de junio de 2009. Es un gran filme porque lejos de ser un retrato repleto de testimonios es un perfil metalingüístico y sensorial de un nuevo género: el teatro-danza. Y es una desgracia no verlo en 3D, en su versión original.
HHHHH elenco: Regina Advento, Malou Airaudo, Ruth Amarante, Pina Bausch, Rainer Behr y Andrey Berezin. género: Documental. Guión y dirección: Wim Wenders. Países: Alemania, Francia y Reino Unido. Año: 2011. Duración: 103 minutos.
