Intrépido se pasea por La Habana en una bicicleta de cuatro metros

LA HABANA. Las caóticas calles de La Habana intimidan a muchos ciclistas con sus baches, peatones imprudentes y gigantescos automóviles estadounidenses de los años 50.

LA HABANA. Las caóticas calles de La Habana intimidan a muchos ciclistas con sus baches, peatones imprudentes y gigantescos automóviles estadounidenses de los años 50.No a Félix Guirola, quien las recorre todos los días en una bicicleta de cuatro metros (13 pies), construida por él mismo.

Montado en su bici, este intrépido cubano mira desde arriba incluso a camiones y autobuses y no usa casco ni nada que lo ayude a atenuar los golpes si se cae.

Los transeúntes y vecinos no salen de su asombro cuando lo ven pasar, pero Guirola aseguró con una sonrisa que para él es algo normal.

“Me siento bien en la altura, no me da náusea, ni mareo, nada de eso”, explicó el hombre de 48 años. “Allí arriba diviso mejor el paisaje, me siento relajado. Hay mucho aire, lo respiro y me siento más libre. Sencillamente me gusta”.

Era el año 1983, tenía 19 años y pensó, “voy a inventar una bicicleta gigante, muy alta”. Entonces fabricó una de 1.60 metros (5.3 pies), cuatro años después hizo la de 3.45 metros y en 1988 la de 5.5 metros (18 pies), con la que causó sensación en los carnavales de Ciego de Ávila.

Eso lo puso a tiro del récord de libro de Guinness. Un representante del premio Guinness explicó que en la actualidad el canadiense Terry Goertzen ostenta la mejor marca del planeta tras recorrer más de 300 metros en una bicicleta de 5.5 metros de altura en el año 2004.

Guirola dice que está preparando la bicicleta de 5.50 metros para montarla en las calles de la capital cubana. “La estoy pintando, arreglando. Quiero postular por el premio Guinness”, expresó el ciclista.

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