La vida de los estudiantes del Centro Politécnico Militar San Miguel Arcángel, en el polvorín de Villa Mella, pende de un hilo por la falta de un puente peatonal.En horas de la mañana, cuando el flujo vehicular se incrementa por los miles de vehículos que se desplazan en dirección Norte-Sur, estudiantes y maestros se ven obligados a desafiar el peligro y lanzarse a la aventura de atravesar la avenida Hermanas Mirabal.
Los estudiantes y usuarios del Metro, deben aguardar varios minutos en la estación, calculando el tiempo de cruzar para evitar ser atropellados.
Moradores de la urbanización Máximo Gómez, dijeron que sólo en este año escolar han ocurrido más de diez accidentes que afortunadamente no han tenido un saldo trágico.
La muestra es visible en las isletas rotas, producto del impacto de los vehículos que tratando de esquivar a los peatones, han destruido varios bloques de cemento.
“Parece que están esperando que ocurra una desgracia. Félix Sánchez, le queda chiquito a cualquier estudiante de ahí, todos los días corriendo para cruzar esa avenida”, afirmó Jesús Alcántara.
De su lado, la directora docente del centro educativo, Gisela Cepeda, dijo que en varias oportunidades la Sociedad de Padres ha solicitado al Cabildo la construcción del puente pero sus peticiones no han sido escuchadas. Afirmó que aunque agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) colaboran con la agilización del tráfico, su labor no es suficiente para garantizar la seguridad de los alumnos.
Cabildo abandonó la obra
Fue en septiembre pasado cuando el alcalde de Santo Domingo Norte, Francisco Fernández, dio el primer picazo para la construcción del puente peatonal.
No obstante, hasta el sol de hoy en el lugar sólo se observa el letrero con la maqueta que muestra en planos cómo quedaría la importante obra, y las zanjas abiertas en las que cualquier persona puede caer por su gran profundidad.
En meses pasados el alcalde dijo a elCaribe que la obra sería retomada y que se encuentra programada dentro del presupuesto participativo de este año, con un costo aproximado de RD$14 millones.
