Si después de una buena historia y examen clínico se sospecha que los síntomas están relacionados con trastornos del sueño, el paciente debe ser referido a un laboratorio en donde se realiza una polisomnografia (PSG). Aunque por lo general los que más refieren son los neumólogos, los neurólogos y los internistas, cualquier médico puede hacerlo.
Los neumólogos son los que dirigen estas unidades. Mediante la PSG se registran simultáneamente, en un polígrafo, por lo menos 10 distintos parámetros: electroencefalograma (EEG), electrocardiograma (ECG),electro-oculograma (EOG) que registra movimientos oculares, y electromiografía (EMG) para los músculos del mentón y de las piernas.
Se colocan sensores en el tórax y el abdomen para registrar las incursiones respiratorias, y para el flujo nasal. Se mantiene monitoreo virtual continuo del paciente vía circuito cerrado y la saturación de O2 en la sangre (oximetría).
La prueba se hace por la noche, en un ambiente tranquilo. Dura por lo menos 7 horas. El polígrafo y el técnico están en una habitación contigua a la del paciente.
Una video cámara filma, a control remoto, todos los movimientos del paciente. En una sola noche se puede diagnosticar el problema y probar el tratamiento, es lo que llaman “Split Night Polisomnografia”.
El estudio permite diagnosticar el Síndrome Apnea-Hipopnea (SAHS), la magnitud del problema y diseñar el tratamiento. Ya algunas aseguradoras cubren los gastos de este estudio.
