La arteriosclerosis se ha convertido en una enfermedad común en estos tiempos, justificando la incapacidad y alta tasa de mortalidad, más en las personas mayores.A esta enfermedad, los expertos la definen como una especie de infiltración grasosa en los recubrimientos internos de las paredes de los vasos sanguíneos. Las zonas del cuerpo más delicadas para tal degeneración son los vasos coronarios del corazón y las arterias del cerebro. La arteriosclerosis resulta en la pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos y un estrechamiento de las arterias pequeñas, lo que interfiere en la libre circulación de la sangre. De acuerdo con Iván Rosa, médico nutricionista y especialista en entrenamiento físico del gimnasio Fitness Factory, generalmente esta enfermedad no presenta síntomas hasta que una arteria se estrecha demasiado o totalmente, por lo que mucha gente no sabe que padece esta condición hasta que tiene una emergencia médica.
El experto dice que algunos de los síntomas que se pueden presentar, cuando ya la enfermedad está presente, son: adormecimiento y hormigueo en manos, pies y cara, debilidad, pesadez de las piernas, dolor al caminar, alteraciones en el habla y en la visión, dificultad para tragar, dolor en el pecho, dolor en el brazo izquierdo, falta de aire al realizar ejercicio físico y dificultades para orinar, entre otros. Si las arterias coronarias están involucradas, el paciente puede tener dolores agudos, característicos de la angina de pecho. Cuando las arterias que conducen al cerebro están involucradas, los vasos pueden estallar, causando hemorragias en los tejidos cerebrales. Un ataque cerebrovascular, con una parálisis parcial o completa en un lado del cuerpo, puede resultar si hay un bloqueo con un coágulo de sangre. También puede llevar a la pérdida de memoria y a un estado de confusión de la mente en ancianos. Si las arterias que conducen a los riñones están involucradas, el paciente puede sufrir de presión arterial alta y desórdenes en el hígado.
“A diferencia de los problemas circulatorios que acontecen en los miembros inferiores, la forma de manifestación de peor pronóstico de la arterioesclerosis es aquella que debuta de manera silente, hasta que da la cara en forma de infarto cardíaco o cerebrovascular. Estas son las complicaciones más graves de este trastorno y las que mayor número de muertes producen”, expresó Rosa.
Otros desencadenantes
Las causas más importantes de la arteriosclerosis son la falta de ejercicio físico, excesiva ingesta de azúcares blancos, comidas refinadas, y una dieta alta en grasas rica en colesterol. Otras enfermedades como la presión sanguínea alta, obesidad y diabetes también pueden causar el endurecimiento de las arterias. El estrés emocional juega una parte importante, y los ataques cardíacos son más comunes durante períodos de alteraciones mentales y emocionales, particularmente aquellas involucradas en ocupaciones sedentarias.
El mayor peligro del engrosamiento de los vasos sanguíneos y el depósito de grasa, reside en el estrechamiento de las arterias que nutren órganos que son vitales. Cuando estos tejidos no reciben el aporte necesario de sangre se produce una situación de muerte celular conocida como isquemia. Este acontecimiento, a nivel del corazón o del cerebro, puede resultar nefasto para el paciente.
Además, la falta de aporte sanguíneo a los órganos también puede originarse por la liberación de fragmentos del depósito graso de los vasos, que viajan por la circulación hasta impactarse en un vaso, ocluyéndolo totalmente, y causando de esta forma la isquemia del tejido irrigado por dicho vaso. Este trastorno en concreto se denomina embolismo arterial.
Consideración
Iván Rosa
Experto en entrenamiento físico
“Una historia familiar de enfermedad cardíaca temprana es un factor de riesgo para el desarrollo de la arteriosclerosis. Un examen físico, diagnóstico por imágenes y otro tipo de pruebas pueden revelar si usted sufre de arteriosclerosis.
Los tratamientos incluyen medicamentos, procedimientos médicos y en los casos muy graves el paciente debe tratarse con procedimientos quirúrgicos”.
Para evitar el desarrollo de la enfermedad
“Un cambio en el estilo de vida también puede ayudar. Esto incluye comer saludable, hacer ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, mantener un peso saludable, no fumar y aprender a manejar el estrés”, recomendó el doctor Iván Rosa para evitar que esta enfermedad se presente. Por otro lado, hay que cuidarse del colesterol, para ello hay que evitar el consumo de alimentos que lo contienen en grandes cantidades.
Debemos hacernos aliados de la fibra, pues elimina toxinas, además de comer también alimentos ricos en hidratos de carbono. También hay que aumentar el consumo de alimentos ricos en grasas insaturadas, como pescado, carnes blancas y aceite de oliva.Tampoco hay que abusar de alimentos hipercalóricos como bebidas azucaradas, dulces y bollería.
Con estos consejos se disminuirá el riesgo de padecer arteriosesclerosis, aunque no hay que olvidar que en muchos casos los factores que desencadenan esta enfermedad son genéticos, por lo que estos consejos no son el abc a seguir, pues cada caso debe ser estudiado por un especialista.
