“Nunca debes compartir tu contraseña, ni dejar a nadie acceder a tu cuenta, ni poner en peligro tu seguridad o violar la privacidad de tus amigos” Erin Egan, jefe de privacidad de Facebook.Un amigo me comentaba hace unos días que “postear en Facebook era como pararse en una esquina a gritar a los cuatro vientos nuestras vidas”, pero lo de las redes sociales es un poquito más complicado que eso. En una esquina probablemente nuestros vecinos y muchos de los presentes no estén atentos a lo que decimos o talvez el ruido de fondo no los deje escuchar, pero lo que escribimos en las redes sociales tiene un público atento, que de no estarlo, será notificado sobre el nuevo mensaje publicado. Nuestra opinión, preferencia, fotografías o desahogo personal permanecerán en las redes por tiempo suficiente como para ser copiado, reenviado a amistades de nuestras amistades o ser colocados a disposición de todos en la red.
Es tristemente famoso el caso de Lindsay, que publicó “¡Por Dios, odio mi trabajo!”, y luego argumentó con varios insultos (no publicables) contra su jefe, en lo que parece ser fue una descarga de espontaneidad, pero a su jefe, que se contaba entre sus agregados, aunque Lindsay parece que no lo recordó o no lo pensó, el mensaje no le sentó muy bien y respondió por la misma vía que estaba despedida: “Vas a encontrar tu formulario de despido en tu lugar. Y sí, hablo en serio”.
Las redes sociales no pueden ser catalogadas como buenas o malas en sí, el hecho es que son herramientas que sirven como vectores para comunicarnos y expresarnos, por lo tanto las consecuencia del uso de éstas será el resultado de nuestra capacidad de discernimiento y de nuestras acciones.
El Internet ha traído toda una revolución y las nuevas tecnologías de comunicación han tomado por sorpresa nuestra sociedad, y la verdad es que no tenemos un manual que nos ayude a manejar los nuevos cambios y no se nos enseña cómo comportarnos en la nueva aldea global: claro hay algunas medidas que podemos tomar y cosas que definitivamente nunca debemos hacer en una red social.
Cuatro cosas que nunca debes hacer
ll No agregue desconocidos a sus amistades. Recuerde lo que su mamá le decía de pequeño “no hable con extraños”, ella tenía y tiene la razón.
ll No publique datos personales ni de identificación. Si coloca su dirección, teléfono, fecha de nacimiento, nombre de los padres, mascotas, etc., lo que falta es muy poco para suplantar su identidad, validar una transacción o “hacerle una visita”.
ll No publique fotos comprometedoras ni suyas ni de otros. El evento gracioso en el que participó esa noche, es privado, y aunque para usted la borrachera de su amigo sólo sea un chiste, una encuesta reciente en EE.UU registra que ésta es una de las causas de rechazo al buscar un empleo. Lo de vengarse del novio o novia es una peor idea y te llevará a la cárcel.
ll No hables mal de la empresa en que trabaja o de su trabajo anterior. La verdad no hay necesidad de hablar mal de nadie. “ La lengua es castigo del cuerpo”, dice un refrán. Y esta también es una causa de rechazo y de despidos, como Lindsay confirmó.
