Maná sorprende con excelente concierto

Al principio estaba un poco escéptica, tanto que al ver como las nubes de una inminente tormenta escondían cualquier rayo de sol,…

Al principio estaba un poco escéptica, tanto que al ver como las nubes de una inminente tormenta escondían cualquier rayo de sol, pensé que el concierto Drama y Luz de la famosa banda mexicana Maná iba a tener de todo, menos público. Estaba muy equivoca en mi vaticinio.

Ataviados con gorras, sombrillas y trajes impermeables, miles de personas se dieron cita al Estadio Quisqueya, como si se tratara de un juego de campeonato entre Águilas y Licey. Sólo en los breacher se podían ver espacios vacíos (las esquinitas) y las famosas aéreas VIP lucían bastantes concurridas.

El grupo Bocatabu recibió una calurosa respuesta del público. A pesar de la lluvia y de que eran muchos los que llegaban y tratan de acomodarse en el mojado estadio, los rockeros agotaron una digna participación.

Cuando el reloj marcó las 9:50 p.m., las luces se encendieron y un telón que tapaba el escenario se trasformó en pantalla para dar inicio a una noche llena de recuerdo, risas y comentarios subidos de tono.

Sin más, comenzaron a disparar canciones. “Lluvia al corazón”, “Como te deseo”, “El espejo”, “De pies a cabeza” y “Manda una señal”, sonaron consecutivamente para luego inicial a un diálogo con el público que duraría toda la noche. De eso se encargó muy gustosamente Fher, vocalista principal de la banda, que sazonó con gracia, doble sentido, sarcasmo y alguna que otra “mala palabra” sus interacciones, que también tuvieron un tinte político y social. El público rió y celebró todo lo que dijo.

Es verdad que muchos eruditos de la música catalogan a la banda de simplones y melosos, pero el miércoles, sin lugar a dudas, la agrupación confirmó que sigue presente en el corazón de los dominicanos. Al final, de eso vive el artista, de un público que le profese su amor y, al juzgar por lo que pasó anoche, de esos existen muchos en República Dominicana.

El tema “Vuela libre paloma”, el que Fher le dedica a su madre fallecida, fue un regalo del artista para aquellos que han perdido un ser querido. La pieza, de letras tristes y melodía celestial, logró el momento más nostálgico de la velada. 

Pero, como el show debía continuar, los éxitos del grupo comenzaron a resonar en el Quisqueya. “Rayando el sol”, “Bendita tu luz”, “El verdadero amor perdona” y “Mariposa traicionera”, con este último tema Fher aprovechó para darse un “traguito” de tequila –para coger fuerza según él– siendo uno de los tantos momentos graciosos de la noche.

Alex, el baterista de la banda, no decepcionó en su sólo de 10 minutos. La maestría con la que manejaba sus “palitos” y la manera cómo exprimió miles de sonidos a su instrumento, maravillaron a muchos que se pusieron de acuerdo para gritarle “abudador”, en franca alusión a que el músico surcó los cielos de la excelencia.

Otro de los momentos principales de la noche fue cuando se cumplió una de las frases más mencionadas de la biblia, “Los últimos serán los primeros”, cosa que difícilmente ocurre, pero que ayer fue una realidad. Maná se subió en una tarima en el medio del estadio y comenzó a interpretar un popurrí de sus canciones más emblemáticas. “Te lloré un rio”, “Te solté la rienda”, “Mi religión” y “Si no te hubieras ido”, sonaron para que el público de terreno y gradas los vieran como si pagaran VIP.

Cuando ya era media noche, sus fans pidieron más y ellos los complacieron. “Déjame entrar”, “Clavado en un bar”, “Labios compartidos” y como broche de oro, en “En el muelle de san blas”, se escucharon para finalizar el concierto a las 12:30 a.m. Buen sonido, una gran tarima con un excelente juego de luces y un grupo entregado por entero, fueron las claves del éxito en su paso por el país. 

A los chicos de Maná, al parecer los montaron en el Metro de Santo Domingo, o los pasearon por los elevados y túneles recién inaugurados, pues en varias ocasiones afirmaron que el país luce “más bonito y prospero, no como Venezuela, que se está cayendo”.

“Cuiden su hermosa isla”, fue una de las frases de despedida del grupo.

Conciencia social. Con su fundación Selva Negra, el cuarteto de mexicanos siempre han tratado temas como la preservación del medio ambiente, la libertad y la hermandad entre países, y anoche no fue la excepción «Latinoamérica», tema perteneciente al álbum que da nombre a esta gira Drama y Luz, fue la canción que junto con imágenes de cada país, quisieron dejar una reflexión. Alex hizo un llamado de conciencia a los pueblos: “Más honestidad y menos corrupción”, espetó. También pidieron por el planeta: “La tierra puede vivir sin los hombres, pero los hombres no pueden vivir sin la tierra”, afirmó Fher a través de un vídeo que se proyectó en el que al final de su intervención su rostro se convirtió en esqueleto.

Show diverso. La banda mostró su veteranía en escena. Hizo de todo un poco. Con el tema “Me vale”, el ganador de un concurso para tocar con ellos subió a tarima. Alejandro Nin fue el joven músico que, aunque en un inicio dejó ver los nervios que le abrumaban delante de semejante banda y público, logró con buenos acordes manejar su guitarra y cerrar con broche de oro. Fher trató de bailar algo parecido al merengue, manejó una de las cámaras del escenario, se acostó en el piso y alumbró con una de las luces portátiles de la tarima a todo el estadio para “verlos bien”, en fin, dejó el forro en tarima.

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