La Ley 87-01 sobre Seguridad Social ya cumplió 10 años de haber sido promulgada y puesta en vigencia en la parte de pensiones. Sin embargo, la parte de salud entró con retrasos y, por ejemplo, en el régimen contributivo hace a penas cinco años que se encuentra en plena ejecución.
A pesar de que muchos opinan que esta ley representa la mayor conquista que se ha hecho en materia laboral en República Dominicana, sus beneficios no han sido igual para todos los ciudadanos, ya que son más los excluidos que los beneficiarios al momento.
Existen más de seis millones de dominicanos que no tienen cobertura de salud y menos aún la posibilidad de beneficiarse de una pensión digna.
La categorización de los beneficiarios en regímenes está creando con el tiempo una gran brecha que aunque siempre ha existido, en esta ocasión lo impone una ley.
El hecho de que menos del 45% de los dominicanos con trabajo, pertenezcan al mercado laboral formal, condena a muchos ciudadanos y a sus familiares, dejándolos sin las posibilidades de tener cobertura de salud que garantice atención médica integral y disfrute de planes de pensiones.
Definitivamente, algo tendrá que hacerse en el país, ya que la exclusión no debe ser el resultante de un sistema que dice llamarse seguridad social.