La avenida 6 de Noviembre, inaugurada en 1992, es la principal vía de acceso a la región Sur. Para esa época la antigua carretera Sánchez ya resultaba insuficiente para la zona de más lento desarrollo económico, pues recibe la más baja inversión, pública y privada.
Pero como nada es estático, el transporte ha ido creciendo, lo mismo que el comercio, los servicios y las actividades productivas. La 6 de Noviembre vino a resolver en su momento el traumático tránsito entre el 12 de Haina y San Cristóbal. Ya nadie lo recuerda, porque hablamos de 20 años, pero para las generaciones que vivieron aquello, el salto fue significativo. La construcción reciente de la autopista San Cristóbal-Baní ha sido de igual valor. Las distancias se han acortado y los riesgos de accidentes se han reducido.
Pero no es posible que la 6 de Noviembre, que debe tener todavía algunos años de vida útil en las condiciones en que fue concebida, esté sometida al abandono a que la ha condenado la dichosa empresa Davicom, beneficiaria de una concesión para su administración.
La autopista está deteriorada. En cualquier tramo es agredida por motoristas o automovilistas que improvisan un cruce. Los laterales de protección están arruinados, en muchos tramos el asfalto se ha ido degradando hacia los drenajes, no tiene señalización, sino rastros de la última vez que fueron pintados. Tampoco indicadores (ojos de gato) que permitan a los automovilistas orientarse durante la noche.
Cero iluminación. Es una boca de lobo. Lo que propicia la inseguridad. Delincuentes suelen atacar a los usuarios. En los últimos días se observa una discreta vigilancia de patrullas motorizadas.
En fin, que la 6 de Noviembre, en manos de Davicom, está totalmente abandonada. Esa empresa no hace nada por mejorar esa carretera, pese a que se comprometió a invertir 471 millones 945 mil 760 dólares para reparar la autopista Duarte, la 6 de Noviembre y la carretera Sánchez y desarrollar la Circunvalación de Santiago y la carretera Navarrete-Puerto Plata.
