El presidente de la Cámara Dominicana de la Construcción (Cadocon), Diego de Moya Canaán, dijo ayer que el país tiene que construir obras que sean rentables y puedan autopagarse, mantener las obras que existen e integrar a la gente que sabe pensar para que puedan producir mecanismos favorables al desarrollo sostenido.La propuesta de De Moya Canaán no son simples expresiones emitidas ayer en el Desayuno Económico de elCaribe. El dirigente hará planteamientos concretos sobre ese particular a los aspirantes a la presidencia de la República, en un evento que celebrará la Cadocon el 22 de marzo de este año 2012, según informó.
En la conversación de ayer adelantó un planteamiento que estará contemplado en el documento que entregará la Cadocon a Danilo Medina, Hipólito Mejía y a otros candidatos presidenciales. “Los mantenimientos no se ven como obras nuevas en el país, no se ven como obras que se pueden inaugurar y garantizar un corte de cinta”, dijo Canaán, comentando sobre la baja atención que otorgan las instituciones a las infraestructuras existentes.
Lo que plantea, en sentido general, es crear un plan de desarrollo rentable, sin importar la persona que ocupe el solio presidencial. “Ese será nuestro aporte al esquema político nacional, por eso invitaremos a la charla a todos, a todos los candidatos presidenciales. Necesitamos un desarrollo rentable en momentos de crisis y no pensar que en esa crisis estaremos aislados”, apuntó De Moya, dejando al descubierto el optimismo sobre lo que pueda lograr por vía de los aspirantes a la primera magistratura del Estado.
Sostuvo que el país tiene zonas, como Pedernales y Puerto Plata, que son muy importantes, que pueden generar movilidad de divisas y que pueden aprovecharse para proyectos que incluyan playas y montañas, por sus diferencias de clima. En esa parte de la conversación refirió el caso Argentina, donde, de acuerdo a sus informaciones, se hizo un puerto para exportación de productos agrícolas que actualmente es una especie de ciudad.
La propuesta de De Moya es más amplia aún. El empresario de la construcción tiene interés en que los fondos de pensiones en República Dominicana jueguen un papel importante, tal como ocurre en Chile. “En ese país se usan los fondos de pensiones para todas las obras de infraestructura, además de las viviendas. En Chile esos son bonos que generalmente se aplican para el Estado, pero se incluyen en el presupuesto de la nación y los compromisos que se hacen de manera fiel y rigurosa, pues ahí no se falla con eso”, expresó.
Lo que lamenta De Moya es que “a pesar de que ya los fondos de pensiones son una realidad incuestionable en República Dominicana y envuelven muchos millones de pesos, de manera concreta no se ha hecho el primer proyecto”. “Se aprobó una ley hipotecaria para el desarrollo de la vivienda económica, pero no vemos la primera iniciativa bajo esa modalidad”, agregó. Dijo que dejando de aprovechar la ley de deja también de contribuir a la generación de trabajo.
“El que se lamenta y tiene miedo no genera. Nosotros tenemos que caminar hacia el desarrollo, no podemos seguir pensando en lamentaciones”, indicó.
Innovación
La propuesta de la Cámara de la Construcción tiene un toque de innovación, pues es una especie de llamado a que se produzca un cambio de actitud para un tiempo de crisis.
“No podemos permitir que el miedo nos lleve a un miedo mayor. Lo importante es vencer ese miedo. Nosotros tenemos muchas oportunidades de hacer eso”, dijo De Moya, rodeado de expresiones positivas en toda la conversación de ayer.
En la propuesta que presentarán los constructores a los candidatos de los partidos políticos entra el tema de las concesiones, debido a que para las grandes obras suele ocurrir que no haya financiamientos. De Moya sostiene que tiene que ser un plan conjunto y que las obras tienen que autopagarse “sea con peaje o a través de concesiones”. Citó la concesión de la carretera Santo Domingo-Samaná, que ha dado resultados satisfactorios para las personas que viajan, debido a la economía en tiempo y dinero.
Esa autopista reduce la distancia entre Santo Domingo y la zona de la Península de Samaná de 220 kilómetros a 120 kilómetros, disminuyendo el tiempo de viaje de cuatro horas a una hora y media, con una velocidad de recorrido promedio de 80 kilómetros por hora.
“La valorización del tiempo es una cuestión fundamental. El tiempo es una variable que tiene su costo, que aunque es intangible, es un costo. A veces damos poca importancia a eso”, expuso Diego de Moya.
Sismos
Diego de Moya planteó que en la actualidad debe ser obligatorio que las nuevas obras se construyan con tecnologías modernas, de suerte que tengan una resistencia adecuada.
Resaltó que en las últimas semanas la tierra ha estado dando una especie de aviso a través de los temblores que se han producido.
Sostuvo que en República Dominicana existe una reticencia a hacer cosas que en otras naciones del mundo han arrojado resultados positivos. “En la Cámara somos abanderados de que esas cosas que dan resultados se realicen, porque hemos visto el fenómeno de Chile, que ha tenido varios tipos de gobiernos y el desarrollo sigue igualito”, sostuvo.
De otro lado, dijo que el desarrollo viene con la mano de la realidad. “En este país tenemos cinco mil kilómetros de carretera que hay que mantener, pero además hay que hacer obras nuevas”.
Sobre las presas del país, algunas de las cuales tienen problemas de sedimentación, según se ha denunciado en distintos escenarios, dijo que “no podemos dejar que la crisis nos envuelva”.
“Una presa genera almacenamiento de agua que puede ser usada a la vez para generar energía y agua para los acueductos y para fines de riego. Es una obra que reúne tantas condiciones positivas que debemos prestar mucha atención”, planteó el presidente de la Cadocon.
Visión
Toda obra tiene que planificarse tomando en cuenta que se produzca una tasa de retorno suficiente para pagar el préstamo que se tome”.
Empuje
Nosotros queremos hacer un importante aporte a la clase política de nuestro país, pero sobre todo a la generación de empleos a través de las obras”.
