No es lo mismo ser hija de Juana Pérez (sin ofender a Juana), que de Beyoncé knowles. La cantante, que si bien es cierto tiene una tremenda fortuna para gastar, ha incurrido en excentricidades que no dejan de sorprender.
Antes del nacimiento de Blue Ivy, la pareja donó 105 mil dólares al hospital Lenox Hill, en donde daría a luz. De seguro tuvo un trato VIP. Tan VIP que las madres que dieron a luz en el mismo hospital están pensando en demandar por el maltrato recibido por el personal médico. Por cierto, pagó 1.5 millones para reservar una suite.
El más reciente capricho es una cuna valorada en 23 mil dólares. La joya es de la firma Posh Tots, una de las más lujosa dedicada a mobiliario infantil y se trata de una carroza de color blanco hecha de cedro y con detalles de piel sintética. Posee un cambiador incorporado en la parte trasera.
La compañía es famosa por hacer realidad los sueños de los más pequeños, ya que tiene un gran catálogo de estructuras inspiradas en casitas, mansiones, palacios y castillos.
Según informa Celebitchy, Beyoncé no ha escatimado en gastos para ofrecerle a su hija una vida de ensueño; seis niñeras, biberones con zafiros y pendientes con diamantes son algunos de los regalos que la cantante le ha hecho ya a su hija.
Según una fuente cercana a la pareja, la niña está cuidada permanentemente por cuatro niñeras pero tiene a dos más en servicio constante durante 24 horas, lo que suma un total de seis personas cuidando a la niña.
Además, las dos estrellas de la música han decidido patentar el nombre de su primera hija con la intención de que no sea utilizado con fines comerciales.
La patente de la niña tiene una razón. El diseñador Joseph Mbeh, planea lanzar una línea de ropa infantil con el nombre de la hija de Beyoncé. Al parecer, Blue nació con suerte, ya que otra empresa está interesada en usar su nombre para lanzar una línea de perfumes.
Esa niña sí que llego con el pan bajo el brazo, la flor más olorosa y toda la suerte del mundo económicamente hablando. Ojalá el destino no le depare una vida de dolor, como ha sido el caso de muchos de los hijos de los ricos y famosos.
