La venta de víveres y frutas se desarrollaba ayer de manera normal en el pequeño mercado de Los Ríos que el pasado martes no pudo ser derribado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional.Pese a las amenazas de desalojo, el propietario del negocio, ubicado en un área verde en la avenida Circunvalación, se mantenía en el lugar, ya despejado del amplio contingente policial.
“El coronel Mañón nos dijo que el desalojo va con papeles o sin papeles”, dijo Félix Enrique Francisco, quien desde la noche del martes, cuando se produjo el desalojo de los demás comerciantes, se mantiene amaneciendo en el local para impedir que sea derrumbado.
El dueño del mercado alega que lleva cerca de 20 años ocupando los terrenos al pie del farallón y que el cabildo quiere desalojarlos para beneficiar al señor Manuel Tavárez, con quien mantiene una litis en el Tribunal Superior de Tierras.
Temprano en la mañana, los otros vendedores se encontraban reunidos observando el terreno.
Bienvenido Soto, quien junto a su esposa llevaba 13 años vendiendo desayuno en un pequeño furgón, dijo que aspira por lo menos a una indemnización por parte del cabildo ya que tiene dos hijos que mantener y que el sueldo de siete mil pesos como empleado no le alcanza.
Mientras tanto, dos camiones del departamento de Defensoría de Espacios Públicos del ADN, con varios militares a bordo, fueron vistos por reporteros de elCaribe merodeando por las inmediaciones de la avenida Circunvalación.
“Nosotros estamos analizando cómo vamos a actuar”, dijo uno de los empleados de la brigada, mientras cargaban con un tanque de gas y una vitrina de una pequeña fritura improvisada al lado de una parada de autobuses en la avenida Los Próceres.
El departamento de Defensoría de Espacios Públicos no pudo ejecutar el desalojo totalmente por el incidente causado por uno de los buhoneros que amenazó con hacer estallar un tanque de gas cuando efectivos policiales intentaban penetrar al local. Camilo Tapia, director de ese departamento, dijo que hace un año los comerciantes fueron notificados para que desocuparan los terrenos pacíficamente.
