Aquel desastroso pero inolvidable jueves…

Fanático viene del latín ‘fanaticus’, que significa exaltado, frenético; persona que defiende de forma apasionada…

Fanático viene del latín ‘fanaticus’, que significa exaltado, frenético; persona que defiende de forma apasionada creencias o ideas o bien aquella persona entusiasmada ciegamente con algo. Con mi curiosidad todavía insatisfecha, seguí buscando y me encontré con la acción de ser fanático, el fanatismo.

Según la definición, es una pasión exacerbada e irracional hacia algo. De pronto comencé a reírme; tanto que Los + Combina2 siempre hemos relajado a Argenta por su inusual manera de sentirse ante los partidos de fútbol y de pelota de sus equipos preferidos y no pude ver ninguna diferencia en mi reacción, mientras repasaba todo lo vivido durante las 24 horas de aquel desastroso jueves.

Apenas pude desayunar, y a medida que pasaban las horas, la pesadez que sentía sobre los hombros se hacía cada vez mayor. Todo el que entraba a mi oficina me preguntaba qué me pasaba y yo sin poder explicarle a nadie lo que me estaba sucediendo, me limitaba a responder: “Aquí, pensando en el juego de hoy”. Al final de la tarde, ya al borde de la taquicardia, llamé a la farmacia para pedir una Dorixina Relax y evitar que cualquier cosa que pasara, no me fuese a dar un infarto.

Pero si piensan que todo eso es disparatado, no quieran saber cómo estaba durante el juego; trataba de mantenerme pegada al twitter para distraer la mente, el glamour se perdió desde el primer momento que una de las palabras que ni en sueños pensé llegarían a estar dentro de mi vocabulario, salió de mi boca. En estado de shock me quedé viendo como una y otra vez repetían la última jugada que daba victoriosos a las Águilas, pero no fue hasta que Bibi se volteó a verme que volví ‘en mí’ y mirando como ella se acercaba con sus brazos abiertos, no pude controlarme mas y me fui en llanto.

Es cierto, ser fanático conlleva algo de irracionalidad, pues nadie más podría entender lo que se siente. Según los psiquiatras, el fanatismo es un apego enfermizo y frenético que puede llevar al éxtasis, a la depresión o a algo parecido a la adicción, pero ciertamente es parte de nuestra cultura que de octubre a febrero solo se respire béisbol, se pongan banderitas en los carros, covers a los celulares, darle ‘cuerda’ a los del equipo contrario, te vistas con el color de tu equipo los días de juego o a hacer lo imposible para conseguir una boleta de entrada al play.

Para mí ser fanático es simplemente vivir la experiencia, disfrutar al máximo de la pasión que hace vibrar mi corazón y divertirme con ese poquito de locura que sale al escuchar Play Ball.

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