Para moverse en la sociedad hacen falta algunas reglas básicas de cortesía. República Dominicana se ha caracterizado siempre por ser un país de gente buena y hospitalaria, pero con mucha falta de educación en los temas de civismo. Ceder el paso se ha convertido prácticamente en una utopía en nuestras calles.
Es común ver a envejecientes, embarazadas, estudiantes, minusválidos, no videntes, entre otras personas, intentando cruzar una avenida desafiando el tráfico vehicular, que no se detiene un segundo para permitirle el paso. Igual sucede cuando personas con condiciones especiales requieren de un “chance” en las filas de banco, supermercado, estafetas para pago de servicios y hospitales.
Esto se atribuye al poco sentido común y desconsideración que demuestran las personas, lo que es una grave manifestación de desconocimiento de la convivencia, de lo que en protocolo se llama “urbanidad”, según Lynda Rodríguez, fundadora de la Escuela de Etiqueta, Protocolo y Formación Integral.
“El problema básico de los dominicanos es el comportamiento fuera de casa. Seguimos pensando en saltarnos las reglas en todo momento, cuando vamos conduciendo o hacemos una fila, es como si viviéramos en una jungla”, dice.
“El respeto a los pasos de cebra, o mejor dicho, entender para qué están pintados en la calle; el cuidado especial de no deslumbrar de noche con las luces de nuestro carro a los demás conductores, facilitar al otro la entrada al carril por el que circulamos, o la salida de un parqueo son detalles que facilitan el tráfico y que denotan consideración hacia los demás”, explica Rodríguez.
La experta comenta que si somos usuarios de transporte público es necesario conocer una serie de recomendaciones: antes de acceder al autobús o al metro, por ejemplo, permita salir a los pasajeros que estaban dentro; si hay que pagar en la entrada acceda con el dinero en la mano para agilizar el acceso, si hay un asiento libre, ocúpelo, pero si ve a una persona con alguna incapacidad, embarazada o de avanzada edad, demuestre su comprensión y empatía y ceda su lugar.
No se debe arrebatar los parqueos. Es un detalle importante que la educadora recalca, para evitar situaciones incómodas y de agresividad y recomienda no estacionarse en un parqueo si se percata de que ya otra persona lo está esperando. Son temas tan esenciales, actitudes tan básicas que, como no las practicamos, hacen de nuestro país una jungla de asfalto”, dice.
La experta en temas de urbanidad resalta también el caso de las escaleras eléctricas y comenta que son pocos los dominicanos que saben que se sube y se baja sólo por el lado derecho y que el lado izquierdo se deja libre por si otra persona quiere avanzar. Dice que es común ver en las plazas y lugares públicos de nuestro país, que la gente se coloca medio a medio en dichas escaleras, y si andan con acompañantes suben juntos colocándose ambos en el mismo peldaño. El incumplimiento de esta regla hace que reflejemos la educación de un país subdesarrollado.
El dolor de cabeza de las filas
En el país, al igual que en los demás, es frecuente tener que hacer filas y aquí hay campo para demostrar la buena educación. Si se trata de una fila en un banco, o entrar a la OMSA, por ejemplo, lo elemental es respetar el orden y no pretender colarse. Cuando se hace fila para comprar entradas y se encuentra con alguien conocido, se le puede llamar discretamente y preguntarle si quiere que le compre las suyas, con el fin de evitarle hacer la fila, pero no colarlo delante de usted ya que denota irrespeto a los que están detrás.
“A las embarazadas, minusválidos y personas con condiciones especiales hay que cederle el turno”, explica la profesional en temas de urbanidad, quien realiza talleres de etiqueta y educación social para niños y adolescentes.
Para tomar en cuenta
Hay que respetar
1.- Respetar el derecho de paso de los demás no se limita a situaciones tales como ceder el paso a los peatones. Los automovilistas deben respetar el derecho de paso de los demás no violando las leyes de tránsito, tales como no detenerse en una señal de alto o semáforo; manejar a velocidad excesiva; hacer cambios peligrosos de carril o giros ilegales. Las estadísticas muestran que las violaciones al derecho de paso causan un alto porcentaje de graves accidentes.
Mucho cuidado
2.- Pare siempre que haya peatones atravesando en una esquina o en otros cruces y en las esquinas con o sin semáforos, ya sea que los cruces con rayas pintadas estén marcados o no.
Tampoco se debe rebasar a un vehículo que ha parado en un cruce para peatones. Un peatón que usted no puede ver podría estar atravesando la calle. No mojar a drede a la persona que espera por el transporte público, también es considerado un deber cívico.
Consideración
3.- Los peatones invidentes dependen exclusivamente del sonido del motor de su vehículo para darse cuenta de su presencia, así que es importante que usted pare su automóvil a una distancia considerable del cruce de peatones.
Cuando una persona invidente atrae para sí su bastón y retrocede en la intersección o cruce, es un gesto que usualmente indica que usted puede seguir adelante. En otras instancias es su deber desmontarse de su carro y ayudarle a desplazarse.
Por seguridad
4.- En la calle, la posición más segura que hay es la más próxima a las edificaciones o verjas. Los manuales de urbanidad recomiendan llevar por el lado de los edificios a las personas mayores, a las mujeres y a los niños.
Recuerda que es un gesto de cortesía que debe ser espontáneo y en ningún caso debe esto obligarte a tener que cambiar de acera constantemente. Es una manera de demostrar que te preocupas por la seguridad de las demás personas.
Sea cortés
5.- Ceder el paso o sujetar una puerta, es una regla de cortesía que ha caído bastante en el olvido. Debemos tener un poco de cuidado y fijarnos para tratar de corregir esta manera de actuar tan poco educada.
En las puertas de vaivén, se suele pasar primero y sujetar la puerta para la persona que viene detrás (con estas puertas es muy fácil darle “en las narices” a la persona que viene detrás si no tenemos cuidado). Sostenerla no cuesta nada.
“Hay que aprender a ser educado”
Ceder el paso es una muestra de cortesía, de respeto y educación. Las buenas costumbres no son un mero cúmulo de manifestaciones externas, son más bien un efluvio de la calidad de vida, que surge con naturalidad y espontáneamente.
Si cada uno de nosotros pone su empeño, la práctica de estas actitudes y detalles serán un referente inherente al progreso y a la civilización de nuestro país”.
Conductores son parte del problema
El número de muertes que se registran en el país a causa de accidentes de tránsito supera las tres mil personas cada año, aseguró el coordinador académico de La Escuela Nacional de Educación Vial (Enevial) Mateo Terrero.
Explicó que las principales causas de los accidentes de tránsito obedecen al consumo de bebidas alcohólicas y la imprudencia de choferes y conductores en calles y carreteras del país.
“El 80 por ciento de los accidentes de tránsito ocurre por imprudencias que se pueden evitar como es el uso del aparato celular al conducir”, así lo afirmó el presidente del Consejo Internacional de Seguridad Contra Accidentes, Roger Marks, durante la conferencia “Seguridad Vial: Un Enfoque Integral y Una Acción Conjunta”, auspiciada por la Enevial.
Desde el año 2009 la Enevial trabaja como institución educativa comprometida con la excelencia y la integridad, dedicada a la capacitación de los auxiliares del transporte terrestre en la República Dominicana, con más de 600 egresados de su programa de capacitación, con seis promociones consecutivas, compuestas por empresas públicas y privadas, así como federaciones choferiles, con miras a elevar el nivel del servicio del transporte terrestre y la seguridad vial en el país.
