Todo niño(a) debe tener espacio para el juego en su día a día, a partir de allí es donde se desarrollan las habilidades de resolución de conflictos, negociación, transición del pensamiento práctico a un pensamiento más abstracto y competitividad entre pares, reglas, entre otros. Así mismo el niño (a) a través de símbolos (los juguetes) pasa del mundo real al imaginario para poder concretar y resolver los conflictos internos y deseos, resultando ser canalizados de una manera sana.

Desde su nacimiento pasa por diferentes estadíos del juego. Desde hacerlo en solitario, explorar el mundo que le rodea y su propio cuerpo, hasta el juego en paralelo más cerca de los dos años y hacerlo en conjunto. Cada una de estas etapas tiene una gran importancia ya que en ellas se desarrollan habilidades y destrezas importantes.

Es bueno saber que el esparcimiento permite al niño simplemente ser y hacer, le da libertad y flexibilidad. Todas las edades son idóneas para juegos en los cuales los materiales son “crudos” en donde el niño pueda expresarse de la mejor manera utilizando masilla, pintura, agua, esponjas, etc. Pero también es muy importante tener en cuenta el tipo de juego adecuado para cada etapa.

Entre los 0 – 6 meses. Proporciónale juegos que le permitan desarrollarse de una manera física, a la vez que explore el mundo que le rodea y su propio cuerpo. Aquí es muy importante la interacción del adulto; ayudándole y acompañándole a través de la sonrisa, el habla, canciones y el tacto. Los juegos de esta edad deben estar orientados a estimular los sentidos en general, mediante prensiones de objetos, que los objetos incluyan espejos, sonidos, texturas diversas, aparecer y desaparecer etc.

Entre 6meses a 1 año. Ya el niño posee más control de su cuerpo y ha pasado a la posición erguida, puede ver el mundo de manera tridimensional. Los juegos de esta edad deben estar más enfocados a desarrollar las habilidades motrices gruesas y el control corporal, así como las de exploración. En general, en este período ellos disfrutan de todos los juegos que impliquen agarrar, arrastrar, golpear, buscar, introducir y sacar.

Entre 1 y 3 años. Entre estas edades, los niños pasan del juego en solitario a jugar en paralelo (junto a otros niños y/o adultos) y finalmente al juego en conjunto. Durante este periodo le agradan los juegos que le hagan demostrar su independencia y las capacidades motrices adquiridas (lanzar, arrojar, arrastrar, empujar, etc.). A su vez se aproxima una etapa muy importante que es la del juego simbólico en la que el niño juega a ser adulto y a representar diferentes personajes (mamá, papá, policías, lobo, etc.) Los juguetes de estos años deben estimular el lenguaje y la interacción y los retos cognitivos como lo rompecabezas y encajados.

Entre los 3 y 5 años. El juego simbólico toma mucho mayor protagonismo, las niñas disfrutan más con las muñecas y los juegos de cocina, de disfrazarse de princesa o de mamá; y los niños quieren ser guerreros, superhéroes y policías. Los juegos de creación (pintar, dibujar, juegos con masilla) resultan de gran interés y estimulación para la imaginación, así mismo los libros de cuentos cortos y bien ilustrados resultan muy estimulantes y totalmente adecuados para la etapa de pre-lectura a la que se enfrentan.

Entre los 5 y 8 años. El compartir es cada vez más importante, por esto los juegos que impliquen interacción grupal y juegos con reglas pasan a ser los protagonistas. Los juegos de mesa, así como los que le permiten destacarse en los grupos por conocimientos diversos o habilidades motrices resultan ser muy relevantes (bicicletas, patines, entre otros). Es importante incentivar el juego simbólico ya que en algunas ocasiones queda un poco relegado en estas etapas y es muy importante para su desarrollo.

Entre los 8 y 12 años. La competencia entre iguales el principal objetivo. Para los niños(a) es muy importante en esta etapa destacarse por sus habilidades en el grupo y esto le permite participar cada vez más en juegos grupales más complejos y con reglas más definidas. A su vez, los materiales coleccionables comienzan a despertar el interés en los chicos y se convierte en tema de interacción entre los compañeros.

En la actualidad existen muchos videos juegos de todo tipo y para todas las edades, sin embargo, es importante tratar de evitar este tipo de juegos a edades muy tempranas y saber racionar su uso, pues en una sesión de cualquier video juego los niños reciben una gran cantidad de estímulos en una fracción mínima de tiempo y a la vez resulta ser una vía de estimulo unidireccional en donde se recibe muy poco o ningún feedback y contacto personal.

Colaboración: Clarissa Guerrero /Psicóloga Clínica Especialista en Terapia Infanto-Juvenil

Centro de Asistencia Familiar CAF 809 686 0026

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