Eduardo Brito, ¿Sabes quién fue?

Nacido en Puerto Plata, en 1906, su verdadero nombre era Eleuterio Aragonez. Eduardo Brito tuvo una niñez pobre. Trabajó como limpiabotas,…

Nacido en Puerto Plata, en 1906, su verdadero nombre era Eleuterio Aragonez. Eduardo Brito tuvo una niñez pobre. Trabajó como limpiabotas, dulcero, aprendiz de boxeador, etc. Pero a medida que su voz se revelaba extraordinaria, su vida fue tomando otros rumbos.

En 1927 se dio a conocer a la prensa capitaleña. Participó con un programa a base de canciones y fragmentos de operetas. La reseña del «Listín Diario» decía: «Ignorábamos que existiese en Santo Domingo un cantante de sus condiciones. Y lo más extraordinario del caso es que no posee ninguna cultural musical. En él, todo es instintivo, espontáneo, innato. Ha sido una verdadera revelación.»

Para entonces Brito había cantado en casi todo El Cibao, San Pedro de Macorís y la capital. Y se pedía una beca, que nunca se consiguió, para que «el joven barítono» pudiese ir a Italia a estudiar. En 1928 conoció a la vedette Rosa Elena Bobadilla, que habría de convertirse en su esposa y compañera inseparable, con la cual formó el cuadro artístico al que denominaron «Los Internacionales».

Viajó a Nueva York donde grabó para RCA Victor con la orquesta de Vigil y Robles. Actuó en el salón imperial del Wardof Astoria y trabajó en compañía de su esposa en los circuitos del teatro RKO y Lowe State. Además, los esposos Brito fueron atracción en «El Chico», junto a los bailarines Antonio y Catalina Cansino, padres de la que sería la gran estrella cinematográfica Rita Hayworth.

Brito estudió con el maestro Serafini, quien lo instó a que renunciara al canto popular y se consagrara al estudio de la técnica vocal, música, idiomas, etc. Pero Brito no podía entregarse al estudio debido a las obligaciones familiares que había contraído. Las dotes naturales de Brito le permitieron usar una extensa tesitura de barítono, que a veces alcanzaba la altura de tenor.

En 1932, Brito formó parte, como una de las figuras estelares, de una compañía creada por Eliseo Grenet para debutar en España. Junto al barítono dominicano, estaban también su esposa Rosa Elena, Mapy y Fernando Cortés y otras estrellas. En el Teatro Nuevo de Barcelona, Brito alcanzó ovaciones reservadas sólo a los grandes elegidos, al interpretar «La Virgen Morena», de Riancho y Grenet. Éste fue sólo el inicio de una exitosa carrera artística en la Madre Patria. Luego el gran público en Madrid, Valencia, Zaragoza, Islas Canarias, etc., le premiaría con sus aplausos.

Lamentablemente, terminó sus días en el manicomio, aquejado de una sífilis terciaria mal tratada. Julio González Herrera, en su libro «Cosas de Locos», describe así las últimas horas de Brito: «A las dos de la mañana, alguien oyó el susurro turbio y melancólico de una voz que parecía salir de una caverna.» ¡Virgen de la Altagracia! Y a continuación, una serie de palabras disparatadas dichas en un inconsciente balbuceo.

A las cinco de la mañana, uno de los barrenderos gritó de voz en cuello: «Se murió Brito, ya salimos de ese «locazo».

Era la madrugada del 5 de enero de 1946. Fue un día lluvioso; en la noche, 32 personas presenciarion su entierro. Se dice que el día de su muerte realizó una interpretación para los internos y los empleados del hospital.

En su honor, el Teatro Nacional de Santo Domingo, lleva su nombre desde julio de 2006. Anteriormente, sólo la sala principal llevaba su nombre.

Fuente documentada: Enciclopedia Nacional Dominicana.

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