Complicidad con el delito

La Policía Nacional y los cuerpos castrenses que integran las Fuerzas Armadas son instituciones cuyos miembros están llamados a convertirse…

La Policía Nacional y los cuerpos castrenses que integran las Fuerzas Armadas son instituciones cuyos miembros están llamados a convertirse en ejemplos de buen comportamiento ante la sociedad. No se trata simplemente de vestir un uniforme y portar armas de fuego con un rango cualquiera para ponerse al servicio de funcionarios, empresarios y hasta de periodistas como “muchachos de mandados”.

Eso es inaceptable. Pero mucho más inaceptable aún es el hecho de que nuestros agentes policiales y miembros de nuestros cuerpos armados aparezcan involucrados directa o indirectamente en casi la totalidad de los delitos graves que se cometen en el país. Esto, agravado por la complicidad oculta, desde los más altos estamentos, de militares y policías de alto rango donde nunca llegan las investigaciones, pues apenas se menciona e involucra a tenientes coroneles entre los oficiales de más nivel.

Es difícil creer que en las Fuerzas Armadas y la Policía existan equipos dedicados a actividades del narcotráfico, robo y comercio de vehículos, bandas de atracadores, sicariato y otros graves delitos, sin que se tenga la protección de personas con cierto poder a lo interno de esos organismos.

En el Congreso Nacional hay depositados dos proyectos de ley tendentes a introducir reformas en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Una detallada lectura de estas dos piezas legales permite determinar que su aprobación no implicará cambios significativos sobre lo que tenemos actualmente.

Es preciso que las reformas a esas instituciones sean mucho más profundas que el simple conocimiento de leyes, que se visualice la realidad interna en esas instituciones, que sean creados programas reales de depuración, capacitación y dignificación de los agentes serios con los que se puede contar para devolverle la imagen de respeto y confianza a las instituciones que ahora sólo inspiran temor y dudas sobre la complicidad de sus agentes con la delincuencia. 

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