Los desafíos del nuevo año

El inicio de un año nuevo siempre es motivo para invitar a la reflexión, al establecimiento de metas en lo personal como en lo profesional,…

El inicio de un año nuevo siempre es motivo para invitar a la reflexión, al establecimiento de metas en lo personal como en lo profesional, así como a diversas exhortaciones de buenaventuras para todos.

Pero este año 2012 que inició ayer tiene características específicas que lo hacen especial y merecedor de motivos para tomar en cuenta muchos aspectos que de seguro serán de gran influencia.

Este es un año electoral, donde nuevamente no está la figura del Presidente de la República entre los candidatos. Unas elecciones que apuntan a ser muy reñidas y en donde la atención de la población, de instituciones nacionales y de organismos extranjeros estará más concentrada que en procesos anteriores.

Este año también es de muchos desafíos económicos, pues el factor externo con aspectos como el precio del petróleo, la crisis económica de naciones con estrechos vínculos con República Dominicana, así como la delicada situación de las finanzas internas, podrían combinarse de manera negativa para afectar la estabilidad macroeconómica, a menos que nuestros dirigentes actúen con suficiente inteligencia, cautela y sobre todo pensando en el interés nacional, aspectos fundamentales para evitar cualquier colapso.

Es un año especial porque, definitivamente, habrá que tomar medidas de efectos reales y rápidos contra la inseguridad ciudadana que por percepción y por hechos mantiene intranquila a una gran parte de la sociedad.

El 2012 también tiene de especial, además de ser bisiesto, que será el año de entrada en vigencia de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), un instrumento de consenso colectivo donde se definen los planes futuros de la nación con miras a alcanzar metas concretas para los próximos 30 años. Es un proyecto sobre el cual el próximo Presidente de la República debería fundamentar su plan de gobierno.

Es momento de implorar a Dios para que ilumine las mentes de nuestros dirigentes, presentes y futuros, para construir un país de mejor y mayor bienestar colectivo.

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