Sin embargo, el anillo de poder de poco le sirvió a Ryan Reynolds para hacerse valer como superhéroe con «Linterna Verde». La película de Martin Campbell, un especialista del cine acción que firmó la penúltima aventura de James Bond, no consiguió entusiasmar al público y mucho menos a la crítica.
Los que sí reunieron a millones de espectadores fueron los juerguistas de «The Hangover Part II», que figura entre las comedias más taquilleras del año, pero la revelación fue «Bridesmaids», una pequeña producción que dirige Paul Feig, director de series de televisión, sobre un grupo de amigas que se disputan el puesto de dama de honor.
En el mundo de la animación regresaron «Cars» y el encantador y gordinflón oso panda «Kung Fu Panda», pero sobre todo este año brilló con luz propia un felino con mucho salero: «El gato con botas», a quien presta su voz el malagueño Antonio Banderas. En este «spinoff» de «Shrek» acompaña a Banderas una amiga personal, la mexicana Salma Hayek, que se mete en el papel de una pícara gatita.
Además, la precuela de «El planeta de los simios», «Rise of the Planet of the Apes», con James Franco como protagonista, consiguió tal número de seguidores que no se descarta que se emprenda una nueva saga.
En el año en que el aprendiz de mago Harry Potter puso punto final a su saga, iniciada hace ya una década, con «The Deathly Hallows Part II», se estrenó «Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides», la cuarta, y por ahora, la última entrega de los piratas del Caribe, que en esta ocasión contaba con Penélope Cruz en el reparto.
Otros sucesos de 2011 en la taquilla
Steven Spielberg, volvió a demostrar por qué es uno de los hombres más poderosos de Hollywood, produciendo «Super 8», una película de JJ Abrams, que en realidad era todo un homenaje a al cine de aventuras del director de «E.T». Además, el propio Spielberg dio el salto al mundo de la animación llevando a la gran pantalla las aventuras de «Tintín» y, como no podía ser de otra forma, lo hizo innovando: rodando con actores de carne y hueso los movimientos originales para luego introducirlos en los personajes animados.
Fuera de los grandes estudios, el año comenzó con el Oscar a una pequeña producción británica «El discurso del rey», que arrasó llevándose cuatro estatuillas de la Academia de Hollywood.
Mientras, en el Festival de Berlín se alzó con el Oso de Oro la película iraní «Nader y Simin, una separación», una de las producciones más aplaudidas del certamen, en el que se estrenó también «Margin Call», un thriller sobre la crisis financiera vista desde los tiburones que dirigen las grandes empresas. Esta producción independiente del debutante J.C. Chandor contaba eso sí con un reparto de lujo encabezado por Kevin Spacey, Jeremy Irons o Demi Moore, entre otros.
En Cannes la Palma de Oro fue para la quinta película de Terrence Malick, «El árbol de la vida», pero el protagonista fue Lars von Trier. El director danés fue objeto de polémica por unas desafortunadas declaraciones sobre Hitler. La directiva del certamen tomó una decisión sin precedentes: expulsarle del festival. No obstante, la protagonista de su «Melancolía», Kirsten Dunst, recogió el premio a la mejor actriz.
Por las pantallas de Cannes pasaron algunas de las mejores películas del año, pues se estrenó «The Artist», un emocionante homenaje al cine mudo del francés Michel Hazanavicius, cuyo protagonista (Jean Dujardin), se llevó el premio al mejor actor. Se fueron de vacío sin embargo dos grandes favoritos, el finlandés Aki Kaurismäki con «Le Havre» y el español Pedro Almodóvar con «La piel que habito».
Fue el año de los grandes autores, porque el ruso Alexander Sokurov se llevó también el León de Oro en Venecia, donde además el canadiense David Cronenberg mostró el duelo intelectual entre los padres del psicoanálisis con «A Dangerous Method» y Roman Polanski rompió su silencio cinematográfico tras haber pasado por la cárcel con «Un Dios Salvaje», una obra de teatro que critica la hipocresía burguesa.
Finalmente, 2011 ha sido el año del adiós a una de las grandes divas del Hollywood clásico, Liz Taylor, pero también se marcharon el director Sidney Lumet ( «12 Angry Men»), así como la actriz María Schneider, la compañera de Marlon Brandon en «Último tango en París».
