En navidad abundan las cajas guardando regalos. Hay cajas universales como la de Pandora.

“La Caja”, libro de auto ayuda, manda a las personas a “salir de la caja”, para ser felices. Contra jornadas de oficina estresantes, un consejero recomienda “construir una caja mental” y encerrar ahí todo pendiente antes de ir a casa.

Congruente con el país especial que somos, los dominicanos tenemos nuestra variante nacional de caja, la de la Presidencia para los pobres en Navidad.

Este diciembre será recordado por necesitarse una cajota como en ningún otro para contener la droga decomisada en aeropuertos.

Mi mayor deseo para 2012 tiene que ver con una caja, la urna electoral: Ninguna duda con la JCE al contarles los votos. 

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