Agresión por vestimenta

Naama Margolese, que va al segundo grado de primaria, siente miedo cuando va a pie hacia su escuela religiosa para niñas judías debido…

Naama Margolese, que va al segundo grado de primaria, siente miedo cuando va a pie hacia su escuela religiosa para niñas judías debido a que extremistas ultraortodoxos la han escupido y llamado ramera porque, según éstos, viste «impúdicamente».

Lo ocurrido a la menor pone de relieve el problema latente de la coacción religiosa en Israel y la desfachatez cada vez mayor de los extremistas de la comunidad judía ultraortodoxa, caracterizada por su estrechez de miras.

«Cuando camino a la escuela en la mañana solía darme dolor de estómago, iba muy asustada… tenía miedo de que fueran a salirme, que comenzaran a gritarme y escupirme», dijo el lunes la niña con voz suave en declaraciones a The Associated Press.

«Esas personas dan miedo. No quieren que vayamos a la escuela», dijo Naama, de tez blanca y ojos azules.

Casi a diario, decenas de hombres con sombreros negros gritan y acosan físicamente a las menores. Estas personas afirman que la sola presencia de las niñas es una provocación.

La localidad de Beit Shemesh ha sido desde hace bastante tiempo escenario de fricciones entre los ultraortodoxos y otros residentes. Los ultraortodoxos conforman casi la mitad de la población de la ciudad. Los residentes aseguran que las agresiones a la escuela, a la que asisten unas 400 alumnas, han persistido durante meses.

La semana pasada, suscitó el escándalo nacional la difusión del caso de la escuela y una entrevista con la familia de Naama que hizo un canal local de televisión.

Las imágenes televisivas de Naama que lloraba mientras caminaba a la escuela conmovieron a muchos israelíes, causó reacciones de ira del gobierno nacional, la apertura de una página de Facebook con 10.000 seguidores que apoyan la «protección a la pequeña Naama» así como una manifestación a favor de la menor que tuvo lugar la noche del martes.

Después de que el caso suscitara la atención, los extremistas han enfrentado de manera agresiva a la prensa y lanzan huevos y piedras a los periodistas que visitan la localidad.

«¿Quién tiene miedo a una alumna de ocho años?», se preguntaba el domingo el principal titular del influyente diario Yediot Ahronot.

La población ultraortodoxa aumenta en Beit Shemesh. Estas personas han erigido letreros en los piden que las personas que caminen por aceras distintas según su sexo y han enviado «patrullas de pudor» para que hagan valer la apariencia casta femenina y apedreen a las infractoras y los intrusos.

Las paredes del vecindario están llenas de letreros en los que se pide a las mujeres que vistan de manera modesta, con cuellos cerrados, blusas de manga larga y faldas largas.

El caso de Naama ha sido vergonzoso en particular debido a la corta edad de la niña, quien asiste a una escuela religiosa y viste mangas y falda largas. Los extremistas, sin embargo, consideran incluso impúdica esa vestimenta, que es más o menos la reglamentaria en las escuelas religiosas judías.

 

 

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