La Navidad y la Vida

Esta noche, la generalidad de las familias y los amigos se reúnen a compartir en espíritu de amor y paz. El motivo es la Navidad, en…

Esta noche, la generalidad de las familias y los amigos se reúnen a compartir en espíritu de amor y paz. El motivo es la Navidad, en adelanto a la celebración del nacimiento de Jesucristo. Con ese entusiasmo también se reúnen durante diciembre otros tipos de amigos y familiares. Son las comunidades de los centros laborales, los compañeros de trabajo y sus patronos. Se comparte con sentido de unidad, fe y esperanza.

La invocación del nacimiento de Jesús es estimulante. Unas palabras pronunciadas por un grupo de sacerdotes en uno de esos encuentros inspiran estas palabras. Es el valor del amor fundamentado en los lazos fraternos, llanos, sinceros que deben caracterizar las relaciones de los seres humanos. El amor, junto a la justicia, es una fuente de paz, que nos ayuda a vivir como familia, sin tensiones ni violencia.

En ese mismo temperamento se impone la necesidad de compartir, de dar, de darse unos a los otros, a los demás, con el entendimiento de que cuando se sirve o se da a las otras personas, también se sirve a uno mismo. Es un principio que fortalece el espíritu de la solidaridad.

Si procedemos bajo ese tipo de predicamento fácilmente entenderíamos que no debemos anidar frustraciones ni dejarnos arrastrar a conclusiones negativas, como si todo estuviera perdido. Porque no es así. Es necesario luchar contra las adversidades. Cristo es una fuente de inspiración. Y esto es válido especialmente para los jóvenes que no siempre encuentran oportunidades ni respuestas en la sociedad. No hay que perder las esperanzas, y mucho menos dejar que la frustración se anide en nuestras almas.

Frente a todas las dificultades hay que poner buena cara. Mejor actitud frente a la vida. Vivir con alegría. Y evitar la depresión. Porque tenemos tantos motivos para vivir: la familia, padres, madres, hermanos, amigos, los compañeros de trabajo… la gente toda que va y viene.

Por todos ellos, celebremos con espíritu cristiano esta Navidad.

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