Uno de los temas principales de la agenda que la sociedad y la clase política deberán consensuar, luego de las elecciones de mayo del 2012, es la orientación y racionalización del gasto público. La gente quiere que el Gobierno canalice los recursos que se derivan de los impuestos y el endeudamiento a la solución de los principales problemas que nos afectan.
En todas las encuestas que se han realizado en el país en el 2011, la creciente delincuencia y criminalidad aparece compitiendo con el alto costo de la vida y el desempleo por la primera posición en el ranking de los problemas que más afectan a la nación.
En la encuesta Gallup-HOY realizada entre el 11 y el 14 de noviembre pasado, la delincuencia en general fue considerada por la población como el principal problema que afecta al país, seguida del alto costo de la vida y la falta de empleos.
La encuesta deCID-Gallup realizada entre el 17 y el 24 de noviembre, revela un patrón parecido: costo de la vida 29%, delincuencia y criminalidad 28%, y desempleo 19%.
Cuando se observa, sin embargo, la canalización de recursos públicos que dentro del Presupuesto General del Estado se hace a la seguridad ciudadana, se puede deducir que la prevención de la delincuencia y la criminalidad no parece ser una de las prioridades de la presente administración.
A la solución del principal problema del país el Gobierno del presidente Fernández le asigna apenas el 2.18% del Presupuesto General del Estado. Cuando lo comparamos con el esfuerzo que realizan los demás gobiernos latinoamericanos, el nuestro queda muy mal parado.
El promedio de la asignación presupuestaria a la seguridad ciudadana en la región es 4.55% del presupuesto total, más del doble que el nuestro.
Sólo Venezuela asigna menos que RD. Es cierto que con sólo invertir más recursos en dotar al país de una policía eficiente, creíble, respetada, honesta y moderna, no vamos a resolver el problema de la delincuencia y la criminalidad pues son varios los factores que inciden en este flagelo.
Pero dentro de una estrategia integral para enfrentar y mitigar este problema, la inversión de más recursos en la provisión de servicios policiales de calidad, es imprescindible.
El hecho de que el Foro Económico Mundial (FEM)catalogue la policía dominicana como la peor entre las 142 policías del mundo analizadas en el 2010-2011, refleja que es muy largo el camino que tenemos por delante.
Tomemos ahora el caso de la provisión de justicia. Pocas áreas han sido objeto de más discursos en su favor.
Todos quieren un Poder Judicial efectivo, independiente y transparente, jueces probos y calificados. Parecería, sin embargo, que eso puede lograrse sin que el Gobierno tenga que asignarle recursos al Poder Judicial. Mientras en la América Latina el presupuesto que se asigna al Poder Judicial es 5.61 veces más grande que el asignado al Poder Legislativo, en la RD apenas llega al 1.15.
Colombia y Panamá, por ejemplo, asignan a sus poderes judiciales casi 13 veces el monto asignado a sus poderes legislativos. Aquí, como somos especiales, le asignamos lo mismo. Así no se puede.
No es por casualidad que el Presidente de la SCJ ha protestado ante la “fuga de jueces calificados” provocada por el estancamiento salarial en el sistema judicial dominicano.
El tercer caso es el más conocido. Tenemos, según el FEM, las escuelas públicas de peor calidad de la América Latina y una de las tres peores del mundo entre 142 países analizados.
A pesar de que el pueblo se lo ha hecho saber al Gobierno en las calles y en los medios, el Presidente no reacciona.
En el 2010, apenas 2.2% del PIB fue invertido en educación, el más bajo del continente.
Invertimos menos de la mitad del promedio latinoamericano. Este año, el de las mayores protestas encabezadas por la Coalición del 4%, bajará a 2.1%.
El doctor Leonel Fernández, después de 11 años y 4 meses en la Presidencia, sostiene que el problema no es de dinero, sino “en qué, cómo y para qué se enseña”.
Quizás el Presidente llega a esa conclusión al ver que su Presidencia es la que más gasta en toda la región. Mientras en América Latina, las presidencias manejan el 1.64% del Presupuesto Nacional, la de la RD recibe el 11.7%, siete veces más.
Ahí somos los líderes de la región. A pesarde esa enorme cantidad de recursos manejados por el Presidente Fernández, la última Consulta Mitofsky lo colocó como uno de los presidentes peores evaluados, superando únicamente a Piñera en Chile.
Quizás el Presidente tenga razón. No todo es cuestión de recursos. l
