Monseñor nouel. En una granja de cerdos, Sanut Dominicana no sólo produce carnes, sino también 21 kilovatios de energía eléctrica diaria generada a partir de los desechos sólidos.En un paraje cercano a Bonao, llamado Loma de Miranda, se ubica la granja porcina Biogenetik. El cometido de esta granja no es la producción de carne per se, sino la reproducción y mejora genética de los cerdos, con el objetivo de que los productores de carne dispongan de especímenes de animales de óptima calidad, ya sea para su propia producción de carne y embutidos o para cruzarlos con sus propios cerdos y mejorar la condición genética de sus granjas.
Con una población total de 1,000 cerdos y administrada por 6 técnicos que viven en el proyecto, para Biogenetik, cuya casa matriz está ubicada en la provincia canadiense de Quebec, la cantidad de desperdicios sólidos que produce la granja es de proporciones considerables, lo que hace que, como sucede en cualquier cría de animales, el destino final de estos desechos sea algo a tomar en cuenta, dado su impacto medioambiental y las incomodidades que comporta para los residentes de las cercanías de la granja.
Ante esta situación lo más inteligente es aprovechar los desperdicios orgánicos, cuya descomposición produce vapores con considerables cantidades de gases combustibles, como metano, producto de la acción de microrganismos llamados bacterias metanogénicas. A través de un mecanismo llamado biodigestor anaeróbico, estos gases son atrapados y comprimidos, creando lo que se denomina biogás.
Energía sin residuos
Este biogás es un combustible que se genera por medios naturales o en dispositivos específicos, como el mencionado biodigestor, por la degradación natural de los desechos en ausencia de oxígeno. Al tratarse de un proceso que se realiza en recipientes y tuberías cerradas, no existen riesgos de escapes de olores. El gas que no se utiliza en la generación de energía es quemado, y al quemarse produce una llama limpia de color azul totalmente inodora, idéntica a la llama de los quemadores de cocinas alimentadas con gas natural.
El ingeniero Carlos Porrello Reynoso explica que “nosotros recolectamos la totalidad de los desechos de los cerdos, junto con las aguas residuales, y nos da toda la energía que consumimos en la granja, así como fertilizantes orgánicos, eliminando toda posibilidad de contaminación”.
Esta producción de biogás por descomposición anaeróbica, aparte de producir un combustible de valor, además genera un efluente que puede aplicarse como abono genérico o acondicionador de suelos.
La combinación de ambos factores, el de producción de energía propia y el abono como residuo final, hacen que esta idea sea un agente de abaratamiento de costos, a la vez que hace que el proyecto sea independiente energéticamente. Esto, dependiendo del tamaño del proyecto, puede llevar a que la granja que adopte este modelo pueda incluso vender energía a las distribuidoras, convirtiéndose en una fuente de ingresos adicionales.
El biodigestor de Biogenetik tiene una producción promedio diaria de 265 metros cúbicos de biogás y 172 metros cúbicos de metano, con una capacidad de almacenamiento de 1,650 metros cúbicos de biogás. De los 21 kilovatios de potencia generable, la granja solo consume 15.
La expectativa es que este modelo de innovación energética y pecuaria sea replicado por otros productores, para obtener electricidad de los desechos.
El residuo del proceso es un abono orgánico
El remanente de la producción de energía con los desperdicios es un abono orgánico líquido denominado Bio, del cual la granja Biogenetik produce seis mil noventa y un kilogramos al día, acompañado de 319 kilogramos de lodo seco.
Todo esto, aparte de los 265 metros cúbicos de gas y una producción eléctrica anual de 186,000 kilovatios, hacen de este modelo de granja un logro de producción medioambientalmente inteligente, y económicamante un éxito atractivo. Sanut y Biogenetik confían en que su modelo de granja porcina atraerá a los productores.
