El artista y disidente chino Ai Weiwei –el hombre más influyente en el mundo del arte– intentó pagar ayer la mitad de su multa de más de 15 millones de yuanes (2,3 millones de dólares) por haber cometido supuestamente un delito de evasión fiscal, pero la oficina de Hacienda de Pekín no aceptó el dinero.

¿Por qué? Porque el dinero procede de donaciones de sus simpatizantes, y en China, nadie puede recibir donaciones sin autorización oficial, por lo que su pago de fianza sería ilegal. Al menos, eso es lo que dicen las autoridades chinas, mientras el artista dice que todo su proceso lleno de trabas ha sido totalmente ilegal. 

En ese sentido, tras el propio Ai Weiwei, diseñador del estadio olímpico de Pekín 2008, hacer la denuncia y decir ante las autoridades de ese país que “tiene la intención de devolverlo todo”, hoy pudo depositar 8,45 millones de yuanes (más de un millón de dólares)  en una cuenta de las instituciones de Hacienda en Pekín.

No obstante, el artista ha explicado que, aunque haya pagado ese monto, las autoridades «pueden detener el proceso para la revisión administrativa» o pueden «ignorar» su petición. «Así que no tenemos ninguna esperanza. Lo único que podemos hacer ahora es hacer público este asunto para que la gente lo sepa», dijo a varios medios internacionales.

Por todas las trabas puestas, grupos de derechos humanos, simpatizantes y el propio artista consideran que la multa es una represalia política por la abierta oposición que Ai practica contra el Partido Comunista de China, ya que no se han presentado pruebas de delitos fiscales.

Ai, hijo del venerado poeta revolucionario Ai Qing, es uno de los artistas chinos que más exposiciones ha realizado en el extranjero, y también el activista de más alto perfil detenido desde febrero en una campaña represiva que ha afectado a casi 200 disidentes, abogados e intelectuales para frenar cualquier intento de emular la «Primavera Árabe» en China, es decir, de imitar las revoluciones y protestas en pro a la democracia que países miembros de la Liga Árabe han realizado entre 2010 y 2011. 

Mientras todo su situación legal se aclara, Ai se ha filmado en un vídeo cantando y bailando una canción considerada un insulto por el régimen de Pekín a petición de uno de los donantes de su campaña para pagar la multa. En el vídeo, el artista de 54 años entona la versión infantil de lo que se ha convertido en un himno para los internautas disidentes chinos: «Cao Ni Ma», literalmente «hierba», «barro» y «caballo», pero cuya pronunciación se parece en chino a «jode a tu madre». Mírenlo debajo:

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas