La infección por el VPH es la más frecuente de todas las enfermedades de transmisión sexual, pudiendo cursar sin presentar síntomas.
El Virus del Papiloma Humano (VPH) se encuentra tan difundido que sólo las personas que no han tenido relaciones sexuales no han estado expuestas a él.
La enfermedad provocada por el VPH es una infección incurable, aunque es posible que la infección desaparezca de forma espontánea en los primeros seis meses, evitando que cronifique, fenómeno que ocurre en casi todos los procesos.
Según Enrique Flores, de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, y miembro del equipo médico del Centro de Radioterapia Integral Radonic, en República Dominicana este virus representa una de las infecciones de transmisión sexual más comunes.
El especialista enumera como factores de riesgo tener varios compañeras o compañeros sexuales y el uso de anticonceptivos orales y de nicotina.
El experto explica que la mayoría de los VPH no causan ningún síntoma, pero que algunos tipos pueden causar verrugas o infecciones genitales, mientras que otros pueden generar infecciones subclínicas, que pueden en muchos casos, provocar cáncer cervical, cáncer de vulva, vagina y ano en mujeres; o cáncer de ano y pene en hombres. Además de la zona genital, el Virus del Papiloma Humano puede afectar la garganta y la boca.
Hay que protegerse
Cabe destacar que el uso de preservativos no previene por completo la transmisión del VPH; sin embargo, el riesgo se reduce con el uso de estos. Los productos que se utilizan durante la menstruación también pueden transportar al virus.
La inserción de los tampones puede trasladar el virus desde los labios hacia la vagina. Las toallas femeninas pueden retener y transmitir al virus, y la humedad y la abrasión facilitan cualquier vía de transmisión. El coito anal es una forma de transmisión frecuente.
Síntomas
El síntoma más característico de este virus es la aparición de condilomas, unas verrugas genitales que varían en apariencia entre las del hombre y las de la mujer. En la mujer son blandas de color gris o rosa y suelen encontrarse en racimos.
Las zonas más frecuentemente afectadas son la vulva, la pared vaginal y el periné. En el hombre son blandas y cuando se presentan en el pene suelen ser lisas y papulares. Mientras que las del periné se asemejan a una coliflor.