Tal vez porque se le atribuyen propiedades que ayudan a combatir enfermedades y porque ayuda a preservar la juventud, es que, después del agua, el té es la bebida más consumida en el mundo. Y ojo; que no se trata de las infusiones que se preparan en casa con otras hojas como, por ejemplo, el eucalipto o la canelilla, “esas son tisanas”, dice Clarissa Herrera, del Fátima Shecker spa. El té del que hablamos es el que proviene de la planta que lleva el mismo nombre.
Las hojas del té son siempre verdes, pero los diferentes procesos de maduración por lo que se les hace pasar, dan origen a variedades que contienen en mayor o menor cantidad las mismas propiedades.
Existe entonces el té blanco, el verde y el negro. “Todos son ricos en polifenoles catequiza, y como poderosos antioxidantes, ayudan a prevenir muchas enfermedades contrarrestando la acción de los radicales libres”, dice Herrera. Es ahí donde radica “la belleza del té”, pues estos radicales son los que aceleran el proceso de envejecimiento de la piel.
Según la experta hay estudios que aseguran que el té puede ayudar a retornar a su estado normal a las células que han sido dañadas por exceso de radiación ultravioleta, ayudándonos a sanar las pieles dañadas y manchadas por el sol.
El té verde
Es el más consumido por los orientales, quienes aseguran puede curar hasta el cáncer. El té verde acelera el metabolismo de forma natural, lo que ayuda a quemar más grasa y lo hace ideal para aquellas personas que deseen adelgazar. Por tener más antioxidantes que el negro, es un ingrediente muy popular en cremas y tónicos por ser su poder de dar balance a la piel, curar, purificar y sobretodo mantenerla rejuvenecida.
Té blanco
Es el que más antioxidantes tiene, es sumamente rico en catequiza. Herrera explica que esta variedad nunca ha gozado de popularidad por que su sabor no es muy agradable. Pero, al igual que el verde, es un ingrediente principal en productos para la piel.
Té negro
Ha sido por años el favorito de las culturas occidentales por su delicioso sabor. Tiene propiedades astringentes y diuréticas.
Rojo
“Este no es precisamente un te, ya que viene de un árbol africano que se llama roobois. Sin embargo, es ideal para aquellas personas que han abusado de la exposición al sol”.
