Lo de Quiterio, y si yo fuera Hipólito…

En un nuevo artículo de El Caribe Quiterio Cedeño vuelve de crítico de Miguel Vargas, desde una cómoda posición de comentarista “imparcial y serio”.

En un nuevo artículo de El Caribe Quiterio Cedeño vuelve de crítico de Miguel Vargas, desde una cómoda posición de comentarista “imparcial y serio”.

Quiterio puede sorprender a quienes vean en sus artículos contra Vargas al analista objetivo. O preocupar a quienes lo sientan descender al papel de leñador del árbol que se asume caído.

Pero Quiterio tiene intereses y pasiones frente a Miguel. Intereses, por sus vínculos con gente que ve en Vargas a su competencia. Y pasiones, pues es de los que no asimilan que Miguel desarrollara un liderazgo con peso específico.

El “comodismo” de las críticas de Quiterio en contra de Miguel lo llevan a afirmar que “perdió las elecciones de 2008” por su “mala campaña de comunicación”, sin mencionar ni de soslayo que la reelección de Leonel se produjo por el gasto de más de 50 mil millones de pesos del erario en un hecho que, según el economista e historiador Bernardo Vega, “desguañangó la economía”.

Ahora Quiterio toca la tecla del planteamiento de Miguel de que si le ganaban la candidatura renunciaría de la presidencia del partido. Y así abría sido, de no ocurrir el despropósito de que fue el PLD el que le arrebató la candidatura, como es de conocimiento de todos los vecinos de este país.

Pero ese es ya un debate inútil para el PRD y para el país. Entre otras cosas porque tras documentar suficientemente la participación del PLD y de reformistas en la Convención del PRD, Miguel Vargas ha hecho sacrificios de todo tipo para que no se produzca una división de su partido y se ganen las elecciones del próximo año.

Por eso, si yo fuera Hipólito entendería que el PLD va a mover cielo y tierra para continuar en el poder, y despojándome de cualquier emoción y desoyendo a quienes adelantan la agenda del 16 y dividen fuerzas para ganar en el 12, me reuniría con Miguel.

No para que se diga que nos reunimos sino con una agenda que  garantice la participación entusiasta de Miguel en la campaña de calidad que debe hacer el PRD para desplazar del poder el continuismo morado.

Yo Hipólito, asumiría que no hay miguelismo sin Miguel, y que el entusiasmo y el carisma ganado por Miguel en el PRD y en el país es fundamental para ganar. Aunque la miopía política no permita –por ahora- verlo así.
Nelson Marte es periodista

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