Volver al futuro

Cuando Carla, de 25 años, viajó por primera vez a Marruecos en busca de nuevas experiencias, sintió como si todo allí le…

Cuando Carla, de 25 años, viajó por primera vez a Marruecos en busca de nuevas experiencias, sintió como si todo allí le pareciera familiar. No sabía si era el olor de las especias, el murmullo de los mercaderes en los socos o el sabor de la exótica comida africana que la hacían «como recordar» lo que nunca antes había vivido. «Sentía una peculiar emoción y a la vez una extraña confusión. Como si pudiera predecir lo que me iba a suceder después», recuerda. «Era como si cada nuevo suceso ya lo hubiera experimentado antes». Esas sensaciones súbitas y recuerdos vagos que nos sobrevienen en forma de ráfagas, y que nos hacen pensar que ya hemos vivido con anterioridad lo que está sucediendo en el presente, responden al nombre de déjà vu, un término que en francés significa ya visto.

Sentir que has sido testigo de un suceso, creer haber experimentado previamente una sensación nueva o recordar cosas que aún no han pasado, son las señas de identidad de este fenómeno popular científicamente constatado. Según un estudio publicado en Psychological Bulletin, más del 60% de las personas afirma haberlo vivido por lo menos una vez.

Para el doctor Arthur Funkhouser, hay tres tipos de experiencias que se recogen bajo esta denominación: el ya visto, el ya sentido, el ya visitado. El déjà vu es imprevisible e instantáneo: dura entre 10 y 30 segundos, aproximadamente. Además de un raro sentimiento de familiaridad, este fenómeno deja tras su paso efímero una extraña sensación de duda e impotencia. ¿Es verdad que viví esto? ¿Estoy recordando un sueño? ¿Estuve aquí en otra época? «Los déjà vu me ocurren con mucha frecuencia», cuenta Luisa, una curadora de arte. «Mi amiga Ángela me dice que es probable que esos sean recuerdos de mi otra vida. Que es probable que yo haya estado en ese lugar muchos siglos atrás».

 

«Esto ya lo había vivido»

Mientras los psicólogos y neurólogos lo consideran como una alteración de la memoria, los psicoanalistas piensan que es resultado de nuestras fantasías inconscientes.

Aunque las razones neurológicas de este fenómeno aún no están muy claras, existen distintas teorías que tratan de justificar su origen. Una de ellas es la llamada del doble procesamiento. Esta explica que la memoria usa dos sistemas: uno que recupera la información y otro de familiaridad (que indica si ya hemos visto, oído, olido o sentido algo). Según esta hipótesis, el déjà vu ocurre cuando se activa el segundo, pero no el primero.

Susumu Tonegawa, investigador del Instituto Médico Howard Hughes, tuvo la sensación de que ya había estado en un aeropuerto, a pesar de que era la primera vez que ponía los pies en ese lugar. Esta experiencia llevó al científico a iniciar una investigación para indagar sobre el suceso y descubrir sus causas. Tonegawa contó con la colaboración de varios especialistas del MIT, el instituto de investigaciones tecnológicas más importante del mundo, para concluir que existen tres regiones cerebrales situadas en el hipocampo que contribuyen a «marcar» la memoria relacionada con lugares y contextos.

Tras estudiar el comportamiento de un ratón alterado genéticamente, los investigadores descubrieron que un determinado tipo de neuronas son las responsables de crear una especie de «esquema» de un nuevo lugar que contemplamos. Por esta razón, reconoceremos el sitio si regresamos. Pero si llegamos a un lugar similar, el mismo «esquema» o patrón se repetirá, llevándonos posiblemente a pensar que ya hemos estado allí.

Una teoría muy parecida a la de Tonegawa es la «holográfica». Según un artículo publicado en Scientific American, esta se apoya en el hecho de que los recuerdos se almacenan como hologramas, y cuando la memoria acude a ellos, recompone una escena completa a partir de un detalle (olor, sonido, etc.). Por eso cuando en una experiencia nueva el cerebro identifica un detalle asociado a otra experiencia vivida, incorpora los sentimientos experimentados anteriormente en la primera experiencia, produciendo la sensación de que la estamos viviendo por segunda vez. Es muy probable que eso le pasara a Carla: aunque visitaba Marruecos por primera vez, es probable que inconsciente o mecánicamente relacionara las novedades del lugar con algo que ya conocía o había visto.

Actualmente un equipo dirigido por el doctor Chris Moulin, del Instituto de Psicología de la Universidad de Leeds (Reino Unido), trabaja con el laboratorio de neuroimágenes de la Universidad de York (Reino Unido), con el fin de recopilar evidencias objetivas que acompañen a los datos subjetivos recopilados en pruebas anteriores. Con estas imágenes se espera esclarecer qué áreas del cerebro se activan en las personas que les sobreviene un déjà vu.

Un hecho en que los investigadores se han puesto de acuerdo es que les ocurren con más frecuencia a quienes viven sumergidos en situaciones de estrés con respecto a quienes viven relajados. Además, según los expertos, es un fenómeno que desaparece con la edad: estas experiencias se dan entre los 15 y 25 años, y van disminuyendo conforme vamos cumpliendo años. Así que disfruta de los tuyos mientras duren.

Aprende a ver el déjà vu desde la óptica natural: los psicólogos dicen que los seres humanos requerimos «pequeños descontroles» para apreciar mejor el control de nuestro entorno… y de nuestro destino, agregaríamos nosotros.

 

¿Déjà qué?

El déjà vu tiene todo un glosario de expresiones vinculadas a él, que intentan definirlo y diferenciarlo, a la vez, de otros fenómenos similares.

Déjà vécu. Es el déjà vu más típico. Es cuando experimentamos la sensación de haber pasado previamente por una experiencia, cuando en realidad es la primera vez que la vivimos.

Déjà senti. Se traduce literalmente como ya sentido. En este fenómeno sólo se recuerdan sensaciones en vez de una experiencia completa.

Déjà visité. Es cuando sentidos haber estado en un lugar que no hemos visitado con anterioridad. Generalmente, quienes lo experimentan pueden «recordar» detalles muy puntuales.

Déjà éprouvé. Este déjà vu tiene que ver con las sensaciones nuevas que creemos fielmente haberlas experimentado. En este el conjunto de la experiencia (lo que oyes, ves y hueles) te parece familiar.

Jamais vu. Se define como nunca visto. Es no recordar haber visto algo antes pero, al observarlo, nos despierta una sensación extraña que nos hace sentir incómodos. Está asociado con los fenómenos sobrenaturales.

Presque vu. Es como cuando nos falla la memoria y decimos: «lo tengo en la punta de la lengua». Se produce cuando sabemos que conocemos algo e intentamos recordarlo, sin conseguirlo.

 

«¿Yo he estado aquí antes?»

Algunas cadenas de tiendas departamentales tienen la misma estructura arquitectónica interior y disponen su mercancía en todas las sucursales siguiendo un patrón exacto: por un lado, para crear un sentimiento de familiaridad en el cliente con respecto al espacio, que le permita encontrar lo que busca y lo haga sentir como si estuviera visitando su tienda habitual, aunque esté comprando en una sucursal de otro continente. También, algunas cadenas hoteleras utilizan en todos sus hoteles las mismas fragancias para ambientar y los mismos detergentes para limpiar. ¿La intención? Al cliente percibir un aroma agradable en un hotel de París, por ejemplo, tendrá las mismas asociaciones positivas si visita otro hotel, de la misma cadena, en Nueva York. En pocas palabras, se sentirá como que ha estado allí, se sentirá como en casa. ¿Déjà vu inducido.

 

Adelantarse en el tiempo

¿Te imaginas tener un déjà vu tras otro y no poder contenerlo? Este trastorno de la memoria, conocido como déjà vu crónico, hace que quienes lo padecen «recuerden» de manera constante el futuro, y que se adelanten a acontecimientos que aún no les han ocurrido. «Cuando recordamos el pasado, en nuestro cerebro se enciende un circuito que se halla en lóbulo temporal, lo que origina en nosotros la experiencia del recuerdo, pero sólo de aquellas situaciones que hemos vivido», dice dice el doctor Chris Moulin, del Instituto de Psicología de la Universidad de Leeds (Reino Unido).

«En el caso de las personas que padecen déjà vu crónico este circuito se encuentra sobreactivado, originando recuerdos de algo que aún no ha quedado en el pasado. De este modo, cuando se produce un nuevo evento, estas personas lo viven inmediatamente como si se tratara de un recuerdo». Quienes padecen déjà vu crónico afirman haber estado en un lugar en el que van por primera vez y divagan sobre lo que hicieron y hablaron. Aunque es un problema aún desconocido, los especialistas esperan que los pacientes con esta patología les ayuden a descubrir las causas cerebrales que provocan estos trastornos en la percepción del tiempo.

 

 

 

 

 

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