La falta de confianza se traduce en no creer en ti, ni en lo que haces. ¡Se pierden así muchas oportunidades!. Mientras, las personas que creen en sí mismas actúan libremente, tienen una vida bajo control y aportan más a sus relaciones con los demás. Y esto, aunque no lo creas, tiene una parte psicológica y otra que tiene que ver en cómo te ves, a continuación trabajaremos ambas partes.
Claves para empezar:
– Aceptarse. Ten opiniones, pensamientos o actuaciones sin miedo a ser rechazada.
– Afirmación. Sé auténtica en tus relaciones. No seas hipócrita para agradar.
– Fijarse objetivos. Ponte pequeños desafíos a diario y observa tu comportamiento para reconocer lo que necesita mejorar.
– El método Coué. Repite frases positivas como «Yo puedo». El pensamiento positivo hará creer en tu propio poder.
Dime cómo te ves y te diré como te sientes:
– Haz una sesión de belleza de la cabeza a los pies. Mani, pedi, depilación. Te sentirás fresca, bonita, y casi nueva.
– Usa ropa interior a juego y que te ajuste a la perfección. Aunque nadie la vea te sentirás sexy sabiendo que está ahí.
– Un poco de maquillaje. Sólo porque tienes un mal día no quiere decir que debas tener una mala imagen corporal.
– Disfruta de un masaje. Es una buena manera de ponernos en contacto con nuestro cuerpo.
– Toma una clase de Pilates o yoga. Te hará foco en tu cuerpo de adentro hacia afuera.
– Centrarse en lo que tu cuerpo es capaz de hacer. Por ejemplo, si eres madre ten en cuenta cómo en tu cuerpo crecía un bebé de nueve meses.
– Mira fotos con tus amigos. Los recuerdos no se enfocan en tu apariencia, sino en buenos momentos.
– Comprar y usar ropa que te quede. Aunque tengas libritas de más, la ropa demasiado suelta te hacen ver pesada – no es exactamente un constructor de confianza. Usa algo con lo que te sientas bien con tu cuerpo.
– Acepta los cumplidos con una sonrisa. Te los mereces, creélos todos.
– Fija tu mirada en lo que te gusta y no en las zonas de su problema. Recuerda: Está bien sentirse orgulloso de su cuerpo.
