El fenómeno delincuencial 

La delincuencia como fenómeno tiene sus orígenes -ya lo he planteado en otros artículos- en la desigualdad.  Esa desigualdad genera lo que se ha denominado deuda social que, desde nuestra perspectiva, no es más que la obligación contraída por el Es

La delincuencia como fenómeno tiene sus orígenes -ya lo he planteado en otros artículos- en la desigualdad.  Esa desigualdad genera lo que se ha denominado deuda social que, desde nuestra perspectiva, no es más que la obligación contraída por el Estado con el pueblo como resultado de no haber satisfecho, en momento oportuno, una diversidad de derechos fundamentales que se pueden enfocar desde una doble perspectiva.

Por un lado está la perspectiva positiva de prestación (alimentación, vivienda, salud, educación, etc.)

Por otro, la perspectiva negativa de no lesión (derecho a la vida, a la integridad, a la libre asociación, etc.), todo lo cual, en el caso de fenómeno delincuencial, desencadena una serie de aptitudes y actitudes psicológicas y sociológicas productoras del delito.

Por lo anterior, el grado en que se manifieste el fenómeno en cuestión, en cualquier estadio de su evolución en que sea apreciado, no puede ser atribuido de manera irresponsable a la incapacidad del gobierno de turno en el momento de la medición, pues  un factor determinante en la conjura del mal lo es la capacidad del Estado de planificar estratégicamente, con visión de futuro, las políticas públicas que contribuirán a ello.

Estoy profundamente preocupado por el grado de inmadurez y de desaprensión con que la oposición política maneja el tema de la delincuencia, queriendo hacer ver al gobierno de Leonel Fernández como el responsable exclusivo del nivel que ésta ha alcanzado en los últimos días, y esto así porque la mayoría de los críticos a los que me refiero, en su fuero interno sabe que los gobiernos del partido a que pertenecen tienen una importante cuota de responsabilidad en lo que hoy cosechamos en materia de delincuencia, ya que torpemente no aplicaron prevención, sino represión en lo que hace al tema en cuestión.
En otras palabras: “aquellos polvos trajeron estos lodos”.

Leonel Fernández ha demostrado tener un alto sentido de la previsión y basta echar una ojeada al modelo penitenciario implementado ahora, donde usted encuentra en la población de internos de Rafey, por ejemplo, a uno que habla de la oportunidad de estudiar que le proporciona el modelo y que él es un estudiante de derecho que se graduará con honores, todo lo cual evidencia el compromiso de Leonel con la prevención del delito.
Emerson Soriano es abogado

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