Desesperación en La Barquita por lluvias continuas

Los esposos Nicolás Montero y Alexandra Cuevas, la mañana de ayer estuvieron muy ajetreados amarrando en el techo de su casa sillas, mesas, fundas de ropa y otros objetos, para evitar que sus pertenencias fueran arrastradas por las aguas del río Ozama.

Los esposos Nicolás Montero y Alexandra Cuevas, la mañana de ayer estuvieron muy ajetreados amarrando en el techo de su casa sillas, mesas, fundas de ropa y otros objetos, para evitar que sus pertenencias fueran arrastradas por las aguas del río Ozama.

Nicolás y Alexandra ya habían llevado dos colchones para protegerlos debajo de una lona colocada como refugio en las partes más altas del sub sector La Lata, del barrio La Barquita, en Santo Domingo Este.

Domingo Polanco, de 69 años, despertó ayer a las 4:00 de la mañana cuando sintió que el agua alcanzó el colchón que subió sobre varios objetos para poder dormir.

“Cuando sentí el agua entonces me encaramé en uno de los ‘soberado’ y ahí terminé de amanecer”, relató.

El hombre, quien mostró cómo las bacterias le han enfermado los pies de tanto caminar entre las aguas sucias y contaminadas del río Ozama, manifestó que prefiere arriesgar su vida de esa manera porque si deja sola su casa los ladrones se llevan lo poco que tiene: una nevera dañada, una cama, un abanico, una estufa, un tanque de gas su ropa y la de su esposa.

Contó que su compañera se fue a casa de un vecino desde que se anunció que la tormenta tropical  Emely tocaría territorio, pero que él se quedó para cuidar los ajuares “porque ellos aceptan a uno pero no lo trate y uno tiene que dejar sus cositas votadas y por eso yo mejor me quedo”.

En La Barquita, relatos como el de Domingo y casos como el de Nicolás y Alexandra son comunes en tiempos de lluvia por el viejo problema del desbordamiento del río Ozama.

La queja de los afectados, además del mal estado en que se encuentran sus viviendas, es que las autoridades del Gobierno sólo le llevan comida en estos tiempos.

Ayer, unidades de los Comedores Económicos distribuyeron alimentos entre los afectados, y que en su mayoría han sido refugiados en casas de vecinos, amigos y familiares. 

Igualmente, se informó que unidades de Salud Pública, coordinadas por el representante de ese ministerio en Santo Domingo Este, Domingo Wansel, realizaron operativos médicos para evitar que los residentes de La Barquita contraigan enfermedades infectocontagiosas como la leptospirosis y el cólera, entre otras.

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