Aunque existen evidencias de su uso desde el año 5.004, en la antigua Mesopotamia, fue Cleopatra, en Egipto, quien lo elevó a la categoría de imprescindible. Gracias al legado de sus mezclas hechas con henna y escarabajos rojos machacados, las mujeres a lo largo de los siglos han escrito una historia de color escarlata y seducción.
En el siglo XVI se popularizó su uso, durante el reinado de la reina Elizabeth I, quien puso de moda los rostros pálidos y los labios intensamente rojos. Pero en 1770, el Parlamento británico aprobó una ley que declaraba ilegal que las mujeres usaran labial para «engatusar» a los hombres para que se casaran con ellas.
Y en 1900 ingredientes tóxicos como plomo, mercurio y arsénico se mezclaban con insectos machacados (retomando los principios de Cleopatra) para obtener un rojo intenso. ¡Todo por la belleza! Pero en el siglo XX la compañía Guerlain creó oficialmente el primer labial rojo, tal y como lo conocemos. Y en 1940 Max Factor lanzó el primer labial que no se desvanecía al besar. Toda una revolución.
¿Pero cuál es el misterio tras el rojo? El rojo es el color del amor y la pasión, pero no por casualidad: te pone en una actitud receptiva y desde que lo usas te hace sentir poderosa. «El rojo hace fluir la adrenalina por el organismo, provocando una especie de acelerón natural», dice Suzy Chiazzari, autora de El libro completo sobre el color (The Complete Book of Color). Y entonces empiezas a emanar radiaciones de sensualidad.
«El rojo es energético, y envía la señal de que eres muy excitante y sexy», dice Lisa Herbert, de la compañía Pantone. Además, el labial en tonos cereza «es uno de los más llamativos que hay en el mercado. Nos sentimos atraídas hacia él cuando queremos levantar el ánimo», explica Leatrice Eiseman, autora de Más viva con color (More Alive with Color).
¿Pero por qué ellos lo encuentran irresistible? Lo primero es que, como explica el sicólogo Michael Cunningham, de la Universidad de Louisville, «cuando una mujer frunce sus labios, se ve provocativa y coqueta, y por lo tanto deseable» y unos labios voluptuosos (efecto que logra el labial rojo) «envían a los hombres el mensaje de que esa mujer está en la flor de la vida y llena de energía, y eso la hace increíblemente atractiva», destaca Scott Kudia, experto en relaciones y autor de Si esto es amor, por qué no estoy feliz (If This Is Love, Why Am I Unhappy?).
Linda Wells, directora de la revista Allure, EE. UU., decía que «el pintalabios rojo es un clásico tal como un traje de Chanel. Existen mujeres que no podrían vivir sin él; aunque llevarlo conlleva cierta responsabilidad». Una de ellas es que tienes que cuidar que el color no se adhiera a tus dientes.
«Los tonos rojos pueden tener tres veces más pigmentos que los claros. Y el contraste del rojo sobre el blanco es más notorio que el rosa o el beige», dice Alan Farer, vicepresidente de investigaciones y desarrollo del color en Coty Inc., en Nueva Jersey. ¿Cómo repararlo? Usa un hisopo para retirar el exceso de labial y en tus dientes frontales aplica una gota de vaselina, que servirá como barrera del pigmento.
El romance entre el labial rojo y las mujeres de todo el mundo seguirá vivo. Es como dice el maquillador Terry Barber de MAC: «El pintalabios rojo es como el zapato de salón con tacón alto en el mundo del maquillaje». Y las mujeres no pueden vivir sin ambos.
¡Trucos al rojo vivo!
Prueba el rojo en la yema de tu dedo.
Aplica el labial antes que el rubor.
Los rojos con base azul casi siempre quedan mejor que los de base naranja.
Si usas un rojo intenso, sé discreta con el resto del maquillaje para que no parezcas una bailarina de burlesque.
