Santiago. Los asentamientos informales en las zonas de alto riesgo constituyen la mayor preocupación de las instituciones que trabajan en el proyecto de prevención sísmica en Santiago, debido al aumento del número de familias que ocupan las áreas vulnerables.
La preocupación fue externada durante un encuentro para tratar el proyecto de gestión de riesgo sísmico, donde participaron representantes de varias instituciones, entre ellas del Instituto de Gestión de Riesgo, la alcaldía y el Ministerio de Medio Ambiente.
En el encuentro acordaron iniciar una campaña preventiva en las comunidades de Santiago, Jacagua, Tamboril y Licey al Medio, por ser las zonas enclavadas en la falla de la cordillera Septentrional.
Entienden que debe imperar la planificación en la reubicación de asentamientos, de manera que se permita trabajar en las zonas más críticas.
Domingo Rodríguez, viceministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, informó que trabajan en un proyecto de capacitación financiado por la Organización de Estados Americanos (OEA), que permitirá entrenar a las personas ante un eventual sismo. Luis Peña, director del Instituto, dijo que el programa de educación busca trabajar en el ordenamiento territorial.