El poder, ¿culpable de engaños?

Se supone que lo tenían todo, excelentes esposos, buenos padres y hasta un ejemplo de vecino, peeeero, también era poderoso. De repente…

Se supone que lo tenían todo, excelentes esposos, buenos padres y hasta un ejemplo de vecino, peeeero, también era poderoso. De repente su punto débil los traicionó y dejaron que su parte baja los gobernara, convirtiéndose en el centro de atención por no haber controlado su apetito sexual.

Pareciera una moda, de la que hombres como Arnold Schwarzenegger y Dominique Strauss-Khan se han anotado, las infidelidades de los hombres poderosos. El ex gobernador de California tuvo una relación extramatrimonial con la trabajadora doméstica que por años trabajó en su familia, y con quien tuvo un hijo. Mientras que el director del Fondo Monetario Internacional, fue acusado por agresión sexual a una mucama de un hotel en New York.

Pero ¿es esto un tema a debatir? ¿Son infieles porque son poderosos o su fama es la que ha acabado con su vida?

Para el sexólogo y terapeuta de pareja, Ramón Almánzar “los hombres no poderosos también engañan”. Explica que todos tienen una motivación de impulso, que no siempre está clara, el poder sólo les facilita las cosas. “Todo es cuestión de decisión, como mujer te puede atraer otro hombre que no sea tu pareja e incluso puedes sentir un fuerte impulso de estar con él, pero ahí está el decidir sí o no”, expuso.

Su poder más que llevarlos al engaño mismo, lo que hace es convertirse en el causante de ese engaño se convierta en tema del momento. Arnold y Strauss no son los únicos, ni fueron pioneros en esto, se recuerdan los casos de Bill Clinton, John Edwards, John F. Kennedy y Mark Sanford, en que sucumbieron ante mujeres que no eran sus esposas.

Estos casos generan inusitadas polémicas ya que la sociedad estadounidense es puritana es sus raíces, y las infidelidades no son aceptadas a nivel social. Pero ¿es la misma sociedad que los convierte en hipócritas públicos, que deben llevar una doble vida?.

Cada uno de esos escándalos no se habrían convertido en tal si en lugar de presidentes, gobernadores o senadores hubieran sido figuras no públicas. Sí existen casos en los que “hay adicciones sexuales, pero no necesariamente eso se deba al poder”, concluye el especialista.

En relación al tema, Univisión realizó una encuenta sobre por qué los hombres poderosos engañan a sus esposas y los resultados coinciden mucho con lo expuesto por Almánzar. El 36 por ciento de los que contestaron la encuesta sugiere que “Buscan algo que no le da su pareja”, mientras que un 26 por ciento piensa que “El poder los ciega”, seguido de un 24 por ciento que considera que “Se sienten impune”.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas