Considerada por muchos como un paraíso, es bien sabido que la República Dominicana no es indestructible. La Isla Hispaniola es un lugar vulnerable en cuanto a los sismos y terremotos. En los últimos años se han sentido una serie de sismos y temblores que alarman notablemente a la población.
Estudios demuestran que muchas de las obras construidas en el país no están en condiciones para soportar un fenómeno natural de gran escala, lo que daría como resultado que una parte de la ciudad de Santo Domingo se convierta en escombros en tan solo segundos.
El Centro de Operaciones de Emergencia da la siguiente definición de terremotos: son acumulaciones de energía súbitamente liberadas en forma de ondas que sacuden la superficie terrestre, no se pueden predecir con certeza, pero sí es posible tomar medidas para evitar el mayor número de daños humanos posibles. No es correcto considerarlos como catástrofes naturales, puesto que los daños son causados mayormente por las malas obras construidas por personas, dañando a las mismas personas.
El terremoto de enero de 2010 ocurrido en Haití es una de las pruebas de que hay que estar alerta. Este causó la muerte de alrededor 360, 000 personas y ocasionó pérdidas de alrededor de 14.000 millones de dólares. El sismo es considerado como uno de los mayores desastres humanitarios de la historia.
Esta hecatombe no solo afectó a las personas del vecino país, pues a partir de entonces los dominicanos viven con el temor de que en cualquier momento se presente una catástrofe capaz de cambiar el curso de la historia dominicana.
Más de un año después de ocurrido el desastre que acabó con la vida de miles de personas aún se ven los escombros y la enorme pobreza en la que quedó la población haitiana. A pesar de la ayuda brindada por la comunidad internacional, 1,3 millones de personas siguen sin hogar y muchos se enfrentan a un futuro incierto.
Ante la amenaza de un terremoto que puede azotar a la República Dominicana es importante estar bien informados. Parte de las pérdidas humanas se deben a la poca preparación que se tiene principalmente en países como el nuestro.
Debemos estar preparados
¿Ha revisado la calidad su vivienda? ¿Ubicó ya los lugares peligrosos a los cuales no debe acercarse en el momento en que está ocurriendo un sismo? Los sitios cerca de las ventanas, espejos, objetos colgantes y muebles altos son puntos donde se está expuesto a mayor riesgo.
El Centro de Operaciones de Emergencias recomienda a la población practicar simulacros y determinar los lugares que son seguros para usted y su familia. Tenga un botiquín de primeros auxilios y colóquelo en un lugar de fácil alcance.
Algo importante es mantener la calma en cualquier eventualidad de un sismo y transmitirla a los demás. Es difícil pensar en un momento de tanta tensión y peligro, pero así se evitan mayores riesgos, recuerde que la tierra no dejará de sacudirse porque todos estén asustados y corriendo de un lugar a otro.
Recuerde que una buena documentación y preparación puede dar como resultado una reducción significativa de muertes. El país ha sido víctima en varias ocasiones de terremotos de enorme magnitud, tal como el ocurrido en 1946 que se cobró la vida de cientos de personas.
