Elizabeth Taylor y su retahíla de romances

«Creo que terminé siendo la mujer escarlata debido a mi crianza puritana y a mis creencias», dijo alguna vez. «No pude simplemente…

«Creo que terminé siendo la mujer escarlata debido a mi crianza puritana y a mis creencias», dijo alguna vez. «No pude simplemente tener un romance. Tenía que casarme».

Sí, Elizabeth Taylor no sólo se hizo famosa por su participación en más de 50 películas, sino también por sus romances. Su vida romántica recibió más publicidad que la de cualquier otra figura famosa de Hollywood. De hecho, algunos como el periodista de cadena de noticias CNN, Larry King, creen que el fenómeno de los paparazzi comenzó con esta actriz londinense, protagonista de varios escándalos amorosos.

La famosa leyenda se casó ocho veces con siete hombres y en su último mensaje que escribió en julio a través del portal de internet Twitter leía: «Cada respiro que tomes debe realizarse con una persona diferente en la cabeza. Los quiero».

Sus esposos fueron el heredero de una cadena de hoteles, un actor británico, un producto extravagante, un melódico cantante pop, un actor galés ( con el que se casó dos veces), un senador de Estados Unidos y un trabajador de la construcción.

A lo largo de los años, también sostuvo relaciones románticas con una leyenda del fútbol americano, un editor multimillonario, un hijo de un embajador y un abogado mexicano.

Su primer matrimonio fue el evento social del año. A los 18 años, contrajo nupcias con Conrad Nicholson Hilton, bisabuelo de Paris Hilton, en ese entonces de 23 años, pero durante la luna de miel, el hijo del multimillonario dueño de la cadena de hoteles Hilton mostró su lado más oscuro con su adicción al alcohol. En sus memorias, la actriz escribió que dicho matrimonio había durado tan sólo dos semanas. «Después de esto, llegó cordialmente la desilusión tosca y brutal».

Su segundo esposo fue el actor Michael Wilding, que era veinte años mayor que ella, y que le trajo la estabilidad que su vida necesitaba. Con él tuvo dos hijos, Michael Jr. y Christopher. Pero dicha tranquilidad no era la felicidad buscada por la leyenda de Hollywood, que cinco años después se enamoró enloquecidamente del extravagante productor Mike Todd.

Todd murió al estrellarse su avión privado en 1958. Entre quienes consolaron a la viuda se encontraba Eddie Fisher. Su romance con Taylor causó el escándalo más grande de Hollywood en aquel momento, y fue seguido por un escándalo aún más grande cuando la artista anunció su cuarto matrimonio.

A Taylor la tacharon de «rompe hogares» pues alegaban que había acabado con el matrimonio de Fisher y Debbie Reynolds, lo cuales tuvieron dos hijos. Dos años después de casarse con Fisher en 1959, Taylor conoció a Richard Burton en el plató de «Cleopatra», quizá la persona que más impacto tuvo en su vida sentimental pues en una apasionada carta de amor amenazó con quitarse la vida si la protagonista de «La gata sobre el tejado de Zinc» lo dejaba.

Taylor y Burton se casaron el 15 de marzo de 1964. Se divorciaron en 1974, para volver a contraer matrimonio en 1975 y divorciarse finalmente al año siguiente.

La pareja, que se convirtió en la más famosa del siglo, apareció junta casi en una docena de películas, pero quizá la más importante fue «¿Quién le teme a Virginia Woolf?» en 1966.

Dos años antes, habían decidido adoptar una hija y lograron celebrar su décimo aniversario, el único de la actriz. Poco tiempo después Taylor y Burton se separaron y volvieron a intentarlo, pero la reconciliación apenas duró unos meses. En 1984, Burton murió en su casa de Suiza, a los 58 años, no sin antes declarar el amor que había sentido por ella.

Luego, Taylor se casó con el senador John Warner, cuyo estilo de vida en Virginia fascinó a la diva de Hollywood. A los 50 años y En su sexto año de matrimonio con el político republicano, se divorció.

Fue entonces cuando pasó uno de los momentos más críticos de su vida tras subir de peso y ser ingresada en el centro Betty Ford por abuso de alcohol y barbitúricos.

Si bien seguían escaciando las ofertas de trabajo en el cine para la actriz, su colección de esposos seguía aumentando. Taylor estuvo comprometida con el abogado mexicano Victor Gonzalez Luna y el empresario neoyorquino Dennis Stein.

Taylor fue la primera actriz en recibir un millón de dólares por la interpretación de un papel protagónico en Hollywood, explicó que sus numerosos matrimonios se debían a que era una mujer chapada a la antigua, que sólo tenía relaciones carnales con sus esposos o prometidos.

En 1988 realizó una gira a nivel mundial para promocionar su libro «Elizabeth Takes Off», pero tuvo una recaída en su adicción y tuvo que ser ingresada nuevamente a la institución en donde conoció al trabajador de construcción Larry Fortensky y en 1991 se casó con él en el rancho Neverland del intérprete de «Thriller». Dicha unión duró cuatro años.

«No te recuperas de los hombres como si fuesen una gripe», dijo Taylor. «Cada divorcio es como una pequeña muerte».

Recientemente, al ser entrevistada por Barbara Walters, Elizabeth Taylor le pidió a la periodista de ABC que si escuchaba en algún lugar que ella se iba a volver a casar, viniera y le pegara un tiro.

Aunque en aquella ocasión fue bastante sincera: «Dije que ya no quería más matrimonios, pero no que no quería más a los hombres», para que nadie se confundiera.

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