Concluyo hoy mis artículos sobre la Verdadera Revolución Educativa iniciada con la implementación del Primer Plan Decenal de Educación, aseveración que es aprobada por un grupo extraordinario de maestros y educadores públicos y privados que conforman el Sistema Educativo Nacional.

Ley General de Educación

Dentro del marco de las acciones del Plan Decenal, se advirtió en el diagnóstico correspondiente a la Legislación Escolar el desfase y obsolescencia de la Ley Orgánica de Educación 2909 del año 1951. Ante esta situación, se inició en 1991 la elaboración de una nueva Ley General de Educación congruente con los requerimientos de la sociedad actual en el orden nacional e internacional.

Para tal fin, se constituyó una comisión integrada por educadores, legisladores y rectores universitarios, entre otros, que elaboró el Anteproyecto General de Ley Orgánica de Educación. Esta comisión revisó el Anteproyecto de Ley existente con el fin de actualizarlo y ajustarlo al desarrollo cultural y tecnológico que confronta la humanidad. Me tocó el honor de formar parte de la referida Comisión ya fuera de la Secretaría de Educación. Otro honor fue haber sido el iniciador y creador de la Comisión para elaborar la Nueva Ley de Educación.

Participación comunitaria

La Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos (SEEBAC) fortaleció la participación comunitaria, entendiendo la importancia que revestía involucrar la comunidad en la solución de sus problemas educativos de cualquier índole. En este sentido, se ejecutó el proyecto PRODEP con financiamiento del Banco Mundial y que tuvo como uno de sus componentes el fortalecimiento de la participación comunitaria que pretendía lograr la colaboración efectiva y sostenida de la comunidad en la escuela a través de las Asociaciones de Padres y Amigos de la Escuela.

Lanzamiento formal del plan

En diciembre de 1992 se hizo el formal lanzamiento del Plan Decenal de Educación en el Salón La Mancha del Gran Hotel Lina con una masiva participación, principalmente de maestros agrupados en la Asociación Dominicana de Profesores (ADP). El autor de estos artículos por haber sido el principal promotor del Plan fue invitado a pronunciar algunas palabras en el acto de lanzamiento; improvisando mi intervención, más o menos con las siguientes palabras:

“Dice una bonita y popular canción que interpreta el destacado artista dominicano Camboy Estévez: “Esta calle al final tiene su nombre”, porque el Plan Decenal de Educación tendrá que llevar el nombre de la Secretaría de Educación (SEEBAC); de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP); de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y otras prestigiosas universidades del Sistema de Educación Superior del país; de Acción para la Educación Básica (EDUCA); el Ministerio de Educación con las principales Direcciones Generales y Departamentos de ese mismo Ministerio. El Dr. Lorenzo Guadamuz fue el Asesor principal del Plan en cuestión y la maestra Victoria Jerez fue la asistente que llevó todo el seguimiento y los asuntos administrativos y al remitirle estos artículos nos envió la esquela que incluyo a continuación:

Querida amiga Victoria:

Recibe mi más cordial fraterno saludo. Como siempre mis mejores deseos de que estés bien, tanto tú como tu linda familia y que tus actividades académicas marchen como siempre, excelentemente.
Por acá estamos a 9 días de las elecciones, segunda vuelta, para elegir Presidente, pero el entusiasmo no es demasiado, y por ahora un Líder Cristiano, Fabricio Alvarado (al cual le di mi adhesión y la del Movimiento de Educadores que yo lidero) aparece como predilecto, aunque acá hasta que no se dé el conteo oficial no se sabe, pues el voto es voluble.

Hoy releí con calma el documento que me enviaste del gran Maestro y doblemente admirado por este servidor, el Dr. Nicolás Almánzar, documento titulado “La verdadera revolución educativa se inició en 1990 con la aprobación del Primer Plan Decenal de Educación”.

Qué bien escrito, da gusto leerlo y re-leerlo; qué profundidad temática; qué homenaje a la verdadera historia; qué humildad pues el Dr. Almánzar es el verdadero padre que creyó en la necesidad de un cambio y lo hizo cuando nadie creía en la educación dominicana, su semilla ha marcado la cosecha de los cambios de las últimas tres décadas.

Y sin duda, un día tendremos que escribir tu papel, el de la Dra. Victoria Jerez, quien calladamente fue co-artífice de dichos cambios.

Un gran abrazo.

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