Los terrenos que durante años estuvieron ocupados por cientos de familias que habitaron en frágiles viviendas en la ribera este del Ozama fueron devueltos a la naturaleza, como un proyecto integral denominado “Parque Ecológico Fluvial La Barquita.

Tras concluir el traslado de aproximadamente 1,500 familias hacia el proyecto habitacional “La Nueva Barquita, en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, el Gobierno inició la habilitación y equipamiento de más de 15 hectáreas liberadas.

Un muro, no mayor a dos metros de altura, delimita el acceso al parque casi cubierto por una variada vegetación. La regeneración natural del suelo se basa en la definición de un nuevo uso del espacio fundamentado en la siembra y el saneamiento de cañadas.

De acuerdo con el informe más reciente sobre los avances de los trabajos de la Unidad para la Readecuación La Barquita y Entornos (Urbe), entidad responsable del proyecto, la ejecución general del parque se encuentra en un 61%.

En tanto, la regeneración ambiental está en un 87%. A la fecha han sido sembradas unas 19,300 plantas, entre árboles, arbustos y herbáceas, de 30 mil programadas, cubriendo una superficie aproximada de 81 mil metros cuadrados del suelo, incorporando 73 diferentes especies entre nativas y endémicas.

El proceso de producción, siembra y mantenimiento del hábitat ribereño está a cargo del Jardín Botánico Nacional.

Los trabajos de canalización y saneamiento de cañadas se encuentran en un 70%. Han sido construidos 1.30 kilómetro de drenaje pluvial y sanitario empleando una sección circular para garantizar mayor velocidad y capacidad de caudal de descarga.
“Las aguas servidas que son vertidas indiscriminadamente hacia el río serán derivadas y tratadas hacia plantas de tratamiento antes de incorporarse al cuerpo receptor el río Ozama a fin de mitigar los daños”, precisa la entidad.

Urbe informó que próximamente se llamará a licitación para la construcción de las plantas de tratamiento.

Entre las dotaciones y equipamientos concluidos figuran la construcción de dos canchas deportivas, el remozamiento de la Capilla San José (ubicada en la calle Padre Gregorio Alegría). Hasta el momento se han construido 2.7 kilómetros del muro permeable. Para la supervisión y protección del parque se habilitó un puesto de vigilancia del Servicio Nacional de Protección Ambiental, unidad militar al servicio del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

El proyecto incluye el saneamiento de cañadas

Pese a las acciones, persiste la problemática de la contaminación generada por la inadecuada disposición de los desechos sólidos que de casas y negocios van a parar a las cañadas y luego al río. Sin embargo, residentes de Vietnam (barrio colindante) como Inés Santos agradecen que la habilitación de los caminos permita el paso de los camiones recolectores de basura.

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