Es una respuesta que se puede ver desde diversas ópticas. Que Hollywood lo haga responde a una cuestión de mercado cuya demanda surge del protagonismo que toma cuenta de las relaciones de trabajo en los que la mujer exige respeto, consideración y, sobre todo, participación igualitaria (ya modelo en las relaciones matrimoniales igualitarias). Es un Spin-Off (que es una obra nacida de una ya hecha y de la que toma uno o más elementos tales como personajes, el lugar donde ocurren los hechos, la narrativa con la sinopsis argumental, y las adapta a su narrativa) que aquí es de la saga Ocean’s que dirigió S. Soderbergh. La narrativa es atractiva (lo dice su éxito taquillero) porque eligió una ecuación de la mujer moderna y autosuficiente: muestra el deseo que tiene la mujer de hacer consigo misma lo que le venga en ganas. Cada personaje principal responde a las expectativas concluyentes de encuestas en las que la mujer se siente compensada. De cierta manera, el filme da un espaldarazo a la mujer y la idea de que solamente juntas y organizadas es que pueden lograr avances o éxitos o provecho y progreso de sí mismas. Las magníficas y oscarizadas actrices Sandra Bullock, Cate Blanchett y Anne Hathaway nos muestran sus manierismos, sus gestos y de algún modo sentimos el porqué son tan talentosas. Esas tres comandan al grupo de actrices que se lucen en escenas que, obviamente, fueron hechas para que brillaran (¿más de lo que brillan?); pero algunos roles como el de Rihanna son meramente funcionales –como pie de amigo– Pues bien, con estampado feminista la historia nos presenta a 8 mujeres que van a expropiar (robar) un collar de 150 millones de dólares. Es obvio que hay un símil de que a la mujer (por serlo) se le hace mucho más difícil conseguir dinero (digamos de un préstamo bancario).
Lo interesante es que presenta los motivos, o los fines, del dinero: cada una quiere ser jefe, patrona de su vida, no andan buscando quien las mantenga. Aunque parezcan sueños individuales, son los sueños de la mujer de nuestras sociedades: de liberación y autodeterminación. En cuanto al guión, es leve, sin tropiezos, sin puntos de giros complicados o dudosos. Toda la historia es consecuencia de la planificación y materialización de un robo. Pitadas de humor aquí y allá lo hacen creíble. El empleo de los consabidos clichés y estereotipos femeninos son aceptables.

HHH Género: Acción y Comedia. Duración: 110 minutos

Posted in Crítica Cine

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