Al inicio de su carrera en las artes plásticas, Lizett tenía la dificultad de encontrar apoyo para hacer exposiciones, y no solo las mujeres, sino todos los estudiantes que salían de la Escuela de Bellas Artes en la década de los años 80. Esta dificultad la motivó, junto a otros compañeros, a crear un grupo que llamaron “Colectivo Generación 80”, a través del cual les tocó luchar para que les dieran un espacio en el mundo del arte. A través del grupo realizaron varias actividades y exposiciones para mostrar sus obras. También tenían una revista y una pequeña galería para exponer sus creaciones como alternativa a la falta de espacios que les dieran la oportunidad de presentar sus exposiciones. Explica que aunque antiguamente a la mujer no le daban participación en los eventos artísticos, la situación ha cambiado mucho, “ya que hoy en día las vemos presentado sus creaciones con su singular percepción del ser y del mundo”.

Dónde se formó?
Estudié en la Escuela Nacional de Artes Visuales de Santo Domingo y Arquitectura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Además, realicé un curso de Nuevas Técnicas de Artes Contemporáneas para la enseñanza escolar, en Puerto Príncipe, Haití, invitada por la Misión Cultural de la Embajada de Francia, con el profesor Michel Gravot. Con la profesora Rosa Pichardo, del Museo Metropolitano de New York, tomé un curso sobre Técnica de Arte Infantil. Realicé un diplomado en Pedagogía Sistémica avalado por INTEC y la Universidad Emilio Cárdenas de México; curso de Curaduría, impartido por el crítico mexicano Miguel Ángel Muñoz, en el Museo de Arte Moderno, entre otros.

¿Cuándo se inició como artista?
A temprana edad manifesté mi vocación por la pintura, me pasaba todo el tiempo dibujando en las mascotas y las paredes de mi habitación. En el colegio las profesoras le enviaban notas a mi madre para que me pusiera en clases de pintura porque siempre estaba dibujando en el aula. Fue así que mi madre un día me llevó a la Escuela Nacional de Bellas Artes, y el director, que era Guillo Pérez, le dijo que habían pasado las inscripciones. Me puse triste y mi madre le suplicó que por favor me apuntara en las clases y le dijo: vamos a hacer una cosa, le voy a hacer una prueba. Y cuando terminé el dibujo él le dijo a mi madre: cómprele los materiales que la niña pasó la prueba. Se queda. También hice cursos particulares con los artistas Pedro García Villena, español, y el mexicano José Luis Bustamante, quienes me ayudaron mucho en mi formación artística.

¿Como mujer enfrentó algún reto para entrar al mundo del arte?
No he tenido dificultades dentro de la carrera de artes plásticas, sí con el rol de ser mujer y tener que ocuparme de la casa, la familia y el artista. El hombre no tiene que ocuparse de todo lo que nos toca a las mujeres. Cuando comencé a estudiar en Bellas Artes recuerdo que habían pocas mujeres, quizás porque la sociedad las limita a que tienen que ayudar en el hogar. A veces me tocaron aulas donde yo era la única mujer. Al inicio de mi carrera tuve la dificultad de encontrar apoyo para hacer exposiciones, pero no solo las mujeres, sino todos los que salíamos de la escuela de Bellas Artes en la década de los 80. Esto nos motivó a crear un grupo que llamamos “Colectivo Generación 80” y nos tocó luchar para que nos dieran un espacio en el mundo del arte. En él nos tocó hacer varias actividades y exposiciones para mostrar nuestras obras. También teníamos una revista y una pequeña galería para exponer nuestras creaciones como alternativa a la falta de lugares que nos dieran la oportunidad de presentar exposiciones.

¿Qué papel desempeña la mujer en el arte y su evolución?
Antiguamente no le daban participación a la mujer en los eventos artísticos porque consideraban que solo se debían dedicar al hogar. Ya eso ha cambiado mucho y hoy en día vemos numerosas mujeres presentando sus creaciones con su singular percepción del ser y del mundo.

¿Cuál ha sido su mayor satisfacción?
Me puse muy feliz cuando mi obra “Cosmogénesis” ganó en la Bienal Nacional de Artes Visuales en 1994. También, cuando me llamaron para decirme que había ganado la beca para estudiar en España. Igualmente, cada vez que termino una obra y me queda como la soñé. Dentro de la enseñanza, me da satisfacción ver la alegría de los niños cuando logran realizar sus trabajos. Muchos ya son adultos y cuando los encuentro y me dicen que no han olvidado lo que aprendieron conmigo, eso me llena de agrado.

¿Es escasa la presencia de la mujer en el mundo de las artes plásticas?
Hay muchas artistas en nuestro país, muy buenas con gran trayectoria.

¿Qué tan difícil es para un artista ser reconocido?
Bueno, es difícil porque no hay instituciones que apoyen a los artistas que surgen y se necesitan muchos recursos económicos para imprimir los catálogos y preparar una exposición.

¿Qué mensaje quiere mandar al espectador?
Mi mensaje a los padres y las instituciones es que preparen programas que motiven e incentiven en los niños el amor por las artes. Cuando los niños tienen interés por las artes aumenta su formación y mejora su desarrollo personal, por tanto, podemos tener un mejor país.

¿Cuántas exhibiciones colectivas e individuales tiene?
He realizado tres exposiciones individuales y 40 colectivas nacionales. He participado en exposiciones colectivas en México, Perú, Argentina, Puerto Rico, y la exposición “Grands et Juenes D Aujourd Hui”. Uno de mis cuadros fue seleccionado para representar el país en París, Japón, Corea, Luxemburgo, Katar y Taiwán.

Regalo
Dios me dio la oportunidad de tener el don de expresarme por medio de la pintura y a través de ella manifiesto todo lo que no expreso con palabras”.

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