Pasado, presente y futuro

Señor director. Se dice que la mayoría de los seres humanos no sabemos vivir el presente, el aquí y el ahora, lo perdemos de vista, porque siempre estamos enfocados en el pasado o proyectados hacia el futuro.

Señor director. Se dice que la mayoría de los seres humanos no sabemos vivir el presente, el aquí y el ahora, lo perdemos de vista, porque siempre estamos enfocados en el pasado o proyectados hacia el futuro.

Creo que esto se debe a que somos seres conectados con algo que viene desde muchos siglos atrás, y de ese cúmulo de cosas es que va a depender nuestro siguiente paso y desarrollo, ya que venimos con propósitos y fines a esta vida, entonces nuestras prioridades son esas conexiones pasadas, que son innumerables, y esos propósitos y fines futuros que suelen ser un gran abanico de posibilidades y anhelos. Ambas cosas tienen material suficiente para mantener nuestra mente ocupada por el resto de nuestra vida, rememorando el pasado y soñando y fantaseando con nuestro futuro.

Sucede que entre una cosa y otra, está ese pequeñísimo lapso de tiempo llamado “Presente”, al que se han encargado de darle 24 horas de duración y llamarlo “Hoy”, y que se nos suele esfumar casi sin darnos cuenta, digo casi, porque en realidad tan pronto pasa, se registra en nuestro pasado y se hace prioritario, y de esos pequeñísimos lapsos de tiempo llamados hoy, se componen todas esas innumerables conexiones llamadas ayer y precisamente por haberlas vivido se entreteje todo ese abanico de posibilidades llamado mañana.

Muchas veces escuchamos decir a alguien la siguiente expresión: ¡Ay, si pudiera volver atrás! De seguro con la intención de retroceder pensando en cambiar una decisión o hacer algún tipo de arreglo a su pasado. Pero este tipo de actitudes se genera cuando nuestra visión se enfoca en un futuro inmediato, pues generalmente estamos programados como si no fuéramos a vivir por mucho tiempo, ya que es muy probable que aunque pasemos un tiempo pensando que obramos mal, luego nos demos cuenta de que si hubiéramos tenido esa oportunidad de retroceder y cambiar nuestra decisión, nos hubiéramos perdido de algo esencial que más tarde llega a nosotros, y entonces reconocemos lo bien diseñada que está la vida.

Así es que no te sientas mal si crees que obraste erróneamente, si dicen que vives de los recuerdos o que vives solo para el futuro, como si nunca te fueras a morir. ¿Sabes qué?, solo ocúpate de vivir, de la manera que se te antoje, porque nadie puede vivir tu vida por ti y cada cual debe hacer con su vida lo que mejor le parece. Está claro, eso sí, que por más que uno quiera no dañar a nadie, siempre habrá algún herido, ya sea porque no aceptaste su imposición, o porque es imposible complacer a todos. Lo importante es que cada quien tome el timón de su vida sin importar si sale ileso o no de su recorrido, la vida en sí es un riesgo constante y a eso vinimos, a dejar plasmadas nuevas conexiones y a aumentar el abanico de posibilidades, entre una cosa y la otra… aprovecha y vive cada instante.
Idalia Harolina Payano Tolentino
Ciudadana

Posted in Correo de lectoresEtiquetas

Las Más leídas