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El proceso electoral de República Dominicana avanza, pero todavía nadie -ni siquiera quienes se consideran “agudos politólogos”- está en capacidad de pronosticar qué pasará en las elecciones de 2020.
Es decir, que en medio del complejo panorama político nacional, se observa una clara confusión (¿?) entre la gente que tiene derecho al voto.
Dentro de la realidad política nacional entran trascendentes elementos que podrían ser clave en lo que concierne al resultado de los comicios presidenciales.
Son aspectos que envuelven, principalmente, a las dirigencias de los principales partidos: PLD, PRM y PRD. Los demás partidos, pequeños por demás y sin ninguna posibilidad de alcanzar la jefatura del Estado, por lo menos en la consulta comicial de 2020.
No obstante, aceptar que esas agrupaciones políticas, que siempre sirven de “bisagras a los partidos grandes, podrían incidir -por ser aliadas en el marco de las circunstancias electorales- en los resultados de las elecciones.
Pero el tema en cuestión debo tratarlo en otros trabajos. Es un tema al que hay que dedicarle más espacio, analizarlo con bastante cuidado, y no “sancocharlo”.
Lo que debemos enfocar ahora es el impasse -peligroso problema- por el que atraviesa el Partido Revolucionario Moderno (PRM) que, a mi juicio, lidera el economista Luis Abinader.
Hipólito Mejía, quien aspira a ser de nuevo Presidente de la República, es el principal adversario que a lo interno del PRM tiene Abinader.
Mejía, en las pasadas elecciones, no hizo ningún intento de ser otra vez candidato. Respaldó la candidatura de Abinader, quien hizo un gran papel al terminar con un 35% de la votación general. Danilo Medina, con un 62%, fue el claro ganador de esos comicios y aseguró su reelección para el período 2016-2020.
Leí recientemente un interesante comentario que hizo el colega Humberto Olivieras sobre el PRM, su convención y Miguel Vargas Maldonado.
Esto dijo el veterano periodista: “Miguel Vargas Maldonado desesperado tras figuras sonoras para resarcirse de la fuerte caída de imagen que ha sufrido últimamente. Convención anulada, Guido Gómez Mazara, cero en las encuestas, etc.”
Nadie descarta, porque en política todo puede suceder, que Vargas Maldonado, como líder del PRD, vaya en busca de convencer a dirigentes perremeístas que están disgustados por lo que se registró en su contra en la pasada convención del PRM.
Este artículo sigue el viernes, en su segunda entrega.
