El docente es otro elemento importante a tomarse en cuenta, su formación debe iniciar un proceso de renovación y fortalecimiento que continúe con el acompañamiento en el aula y se concluya con la evaluación del proceso al final de cada año escolar. Es una evaluación encaminada a mejorar o eliminar los aspectos que lo ameriten y a mantener aquellos que contribuyan a enriquecer el proceso, dependiendo de la situación.

¡Cuidado no confundir este acompañamiento y evaluación del proceso con crítica negativa!

Lo ideal sería que se asuma el “acompañamiento reflexivo”, que es una forma de supervisión basado en el acompañamiento y reflexión de la práctica docente. Fue aplicado con éxito hace unos años en el “Programa por una Nueva Ciudadanía”.

Más adelante escribe Hostos, “La sociedad de hoy está fundada sobre la sociedad de ayer, y la sociedad de ayer ignorando la igualdad natural de los servicios, ignoraba la igualdad social y los méritos”.

Estamos reproduciendo exactamente lo mismo, las “innovaciones” que se han hecho a la educación no se reflejan en cambios positivos para el país y se continúa impartiendo la docencia exactamente igual que ayer. Más bien se percibe un gran deterioro. Porque al reproducir viejos esquemas automáticamente se retrocede ya que los procesos sociales son dinámicos, no estáticos.

Son muchas las conclusiones que podríamos sacar de las ideas expuestas por Hostos en La Moral y la Escuela, ahora nos conformaremos con el análisis de una pequeña parte.

Deseamos que el nuevo currículo que ha preparado el MINERD junto a otras instituciones y técnicos especialistas, tenga el éxito que anhelamos. Todo luce que así será, porque se tomaron en cuenta aspectos que antes se habían obviado y porque la educación dominicana necesita ese cambio. ¡Éxitos! Porque así ganamos todos.

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